Una de las cosas más difíciles de «digerir» es cuando te enteras que tienes una condición/enfermedad que «no tiene cura», y no solo eso sino que además cuando investigas sobre el tema, te enteras que la gente que la padece, algunas veces vive muy poco. Una vez leí un artículo (no recuerdo donde y no he podido encontrarlo otra vez) donde se decía que los celíacos en promedio suelen morir jóvenes (entre los 30 y 40 años).
Después escuchando una entrevista con uno de los ponentes del Gluten Summit, él comentó lo mismo, pero añadió que esto era lo que ocurría a principios del siglo pasado, incluso a mediados del siglo aún era así, pero que aparentemente eso ha cambiado y muchos pueden llevar una vida sana y longeva.
Es normal y lógico que al principio, cuando te enteras de esta información, lo primero que pienses es «¿por qué a mi?» y comiences en una espiral emocional hacia abajo de victimismo, depresión, etc. Yo la he vivido.
Hace poco vi una ponencia de una chica americana que tiene un problema de salud extremadamente extraño. Su grasa corporal es de 0% y no importa lo que haga o consuma, su cuerpo siempre se mantiene así. Su nombre es Lizzie Velasquez, recomiendo ver su charla, dura menos de 15 minutos.
El haber visto su ponencia me hizo recordar muchas cosas de mi propio camino. Aunque es completamente diferente porque yo nunca he sido objeto de «cyber bullying», si reconozco de lo que ella habla al haber tenido que aceptar su condición como parte de su vida.
Esto lo reconocí perfectamente porque ha sido lo que he vivido, y no solo eso, sino también el aprovechar la condición y utilizarla como trampolín para conocerse más a uno mismo, comprender su misión, crecer como persona y finalmente ser una expresión viva de tu propia naturaleza, la cual va mucho más allá de limitaciones físicas.
Pero ojo, aquí no hablamos de resignación, hablamos de aceptación. La resignación implica resistencia, mientras que la aceptación implica un fluir con las cosas.
Solo cuando aceptas las cosas plenamente como son, es cuando tienes la oportunidad de sacarles el mayor provecho posible, y esto se aplica a TODA experiencia que tengas. No invalides tus experiencias, no pienses «esto no debería pasarme», o no podrás entender y obtener aquello que la experiencia te está dando para crecer aún más como persona y expandir tu consciencia.