El factor emocional

Como ya mencioné en el artículo ¿Por qué unos se curan y otros no?, el factor emocional es determinante no solamente en la aparición de la enfermedad celíaca sino también en su control y cura. Este factor emocional es mil veces más determinante que el factor genético. Es el que mantiene a la enfermedad presente una vez que se manifestó. Cuando comienzas a cambiarlo, la enfermedad comienza a desaparecer.

Partimos de la premisa que un celíaco debe tener una predisposición genética, pero ésta nunca se manifestará si no hay factores emocionales o bioquímicos que la disparen.

La medicina occidental reconoce que además de la predisposición genética, existen dos factores para que la que la enfermedad celíaca se presente.

1.- Factor emocional: Muchas veces se presenta después de un acontecimiento traumático como la pérdida de un ser querido, haber dado a luz, o alguna situación extrema que provoca una efervescencia de emociones.

2.- Factor bioquímico: Exceso en el consumo de alimentos con gluten.

Ahora profundicemos un poco más en el tema emocional

Nuestras emociones afectan los procesos bioquímicos de nuestro cuerpo, está comprobado que emociones como ira, tristeza, estrés, angustia, victimismo, soledad, sentimiento de abandono, etc. provocan acidez en nuestro PH, es decir, alteran la composición y equilibrio químico del cuerpo. Personalmente he comprobado que cuando estas emociones me invaden, las manifestaciones de la enfermedad regresan o empeoran notablemente.

El problema es que toda la información de la medicina occidental relacionada con la enfermedad celíaca que he consultado llega hasta ahí. Pero esa es solamente la punta del iceberg. Para encontrar una auténtica solución debemos ir mucho más profundo que solamente ver el problema desde la superficie.

Las emociones con las que nos desenvolvemos día a día, están determinadas por  las programaciones más profundas que recibimos desde el momento de nuestra concepción, el período de gestación, y los primeros años de vida. Así como la educación recibida en la escuela, religión, medios de comunicación, sociedad, etc.

Debemos comprender que el código genético no es una cadena estática, sino completamente dinámica que cambia de acuerdo a los estímulos que recibe. Es por esto que insisto en que una vez que cambias los factores emocionales que mantienen presente a la enfermedad, estarás muy cerca de la cura. Los siguientes vídeos ayudarán a comprender más esta situación.

Aunque estos vídeos están más enfocados a explicar la predisposición genética con relación a la violencia y las adicciones, podemos trasladar la información presentada en ellos para comprender el factor emocional de la enfermedad celíaca.

Cuando comencé a comprender este tema, me acerqué a mi madre y le pedí que me contara la historia de mi concepción, gestación, parto y primera infancia. Haciendo a un lado el «cuento de hadas» de cómo fue que ante toda la adversidad y en contra de todas las probabilidades fue que se logró mi concepción, y enfocándonos más en el factor emocional.

La información que recibí con la historia que me contó mi madre, coincide enormemente con la presentada en estos vídeos.

Desde antes de mi concepción, a mi madre le habían detectado tumores en la matriz, lo cual hacía que fuera prácticamente imposible que pudiera embarazarse. Después de meses de intentar embarazarse sin éxito, el día que tenía la consulta para programar la cirugía para extraerle la matriz, le dicen que es imposible hacerle la cirugía porque está embarazada. A partir de ese momento le dicen «tiene que permanecer acostada durante todo el embarazo, porque de lo contrario puede perder a su hijo». Evidentemente desde antes de embarazarse hasta enterarse de que estaba embarazada ya había un estrés acumulado muy grande, ya que a los 28 años enterarse que perderá la matriz, seguramente para cualquier mujer debe ser una noticia devastadora.

Durante todo el embarazo tuvo amenazas de aborto, nuevamente hablamos de un período extremadamente estresante. Finalmente para el parto, fue necesario hacerle cesárea sin anestesia, y extremadamente peligrosa. En ese momento los doctores estaban entre salvarla a ella o a mí. Las probabilidades de que los dos sobreviviéramos el proceso eran muy pocas. Afortundamente todo salió bien. Aunque mis primeros años yo estaba muy débil y tuve muchos problemas de salud. De eso hablaré más adelante.

Con la compresión que obtuve al investigar las raíces de la enfermedad y mi trabajo de interiorización, fue que comprendí que la raíz de mi enfermedad celíaca se encuentra en la programación emocional que recibí desde mi concepción. Esto no es ninguna clase de victimismo, es comprender la raíz, para entonces poderla corregir.