Ya he mencionado la importancia de nuestras emociones y cómo estas determinan nuestra salud. En el artículo del factor emocional, expliqué cómo nuestras emociones pueden afectar bioquímicamente el PH de nuestro cuerpo, pero ese no es todo el impacto que tienen. Eso es solo una parte, también afectan nuestro código genético y la energía de nuestro cuerpo.
Ahora profundizaremos un poco más en la relación de las emociones con nuestra energía. Para esto es importante comprender conceptos o fundamentos básicos sobre emociones y energía.
Las emociones “positivas” como amor, alegría, gozo, pasión, disfrute, éxtasis, etc. Tienen su propia vibración y/o frecuencia, de la misma manera las emociones “negativas” como miedo, ira, tristeza, angustia, rencor, culpa, etc. También tienen su propia vibración y/o frecuencia.
Este breve fragmento del documental «what the bleep do we know?» explica como nuestras emociones pueden afectar al agua.
El agua actúa como espejo o reflejo de las emociones que se proyectan. Podemos profundizar mucho en esto, pero ese no es el tema de este artículo. Lo importante es observar cómo distintas expresiones de emociones tienen frecuencias distintas y afectan la realidad física.
Puedes creer o no, en las «frecuencias» de las emociones y cómo estas se manifiestan, lo que es innegable es que nuestras emociones determinan nuestra calidad de vida.
Lo importante es ahora observar y comprender cómo acostumbramos a desenvolvernos en el día a día. Qué emociones son las que generalmente experimentamos y por qué. En este punto debemos ser totalmente honestos con nosotros mismos. Podemos decir «soy una persona feliz y optimista» pero si cuando alguna expectativa que tienes no se cumple, provoca que te pongas nerviosa o irritable, entonces es evidente que tu descripción es incorrecta y te estás engañando. Lo importante es observar claramente tus emociones en cada momento. Tu descripción debe ser válida en todas las posibles circunstancias a las que te enfrentas, de lo contrario son las circunstancias las que rigen tu vida y no al revés. Esto es el inicio del victimismo. Si quieres recuperar tu salud, este punto es el primero que hay que volver plenamente consciente y el siguiente paso será eliminar las expectativas por completo, pero de eso hablaré más adelante.
Con esta auto observación comenzarás a ver un patrón emocional determinado. Está comprobado que cuando reaccionamos de una determinada manera, el cerebro crea un «circuito» eléctrico, es decir, determinadas neuronas son las que se activan, y mientras más repetitiva se vuelva la respuesta, el circuito se vuelve más fuerte. Pero no únicamente formamos el circuito eléctrico a nivel cerebral, sino que también creamos un circuito a nivel corporal. Para comprender esto, debemos observar los diagramas de acupuntura.
Observa los siguientes diagramas, no trates de entenderlos, en este momento no hablaremos de acupuntura. ¿Qué diferencia notas entre ellos, aparte de que unos tengan forma humana y otros no?
Los diagramas de la izquierda son diagramas eléctricos, mientras que los de la derecha son diagramas de acupuntura. Aparte de que los diagramas humanos son mucho más complejos, no hay mayor diferencia. Esto es porque nuestro cuerpo es eléctrico, no solamente el cerebro, de hecho el corazón tiene mucho mayor impulso eléctrico que el cerebro, y el resto de nuestro cuerpo también es eléctrico ¿por qué crees que se utiliza corriente eléctrica en el corazón para revivir un cuerpo?, es un equivalente a pasar corriente a un automóvil, porque nuestros cuerpos también son eléctricos.
Ahora te preguntarás ¿qué tiene que ver esto con nuestros hábitos emocionales?
La respuesta es TODO
Como ya mencioné cuando una respuesta es repetitiva (habitual, resultado de un hábito) nuestro cerebro crea ciertas conexiones neuronales, pero no termina ahí, sino que nuestros órganos responden de la misma manera a esa respuesta. Crean un circuito específico, el cual se dispara una y otra vez cada que actuamos de una determinada manera. Por ejemplo: si respondemos con cólera constantemente, entonces se crean circuitos orgánicos destructivos que generalmente involucran al hígado, estómago, y otros órganos. Cuando nuestro ego se siente amenazado o dolido, entonces las rodillas duelen. Un buen naturista, acupuntor o reflexólogo podrá darte información más detallada sobre este tema. Lo importante es comprender el concepto.
Si constantemente reaccionas de manera negativa ante determinadas situaciones, ya sea con miedo, ira, huída, angustia, victimismo, etc. Estarás creando y/o reforzando circuitos que provocan enfermedad. En el momento en que cambias tu forma de reaccionar, notarás que el impacto en tu salud cambia inmediatamente.
Como mencioné en un principio, las emociones positivas tienen su propia vibración o frecuencia. Esta frecuencia es mucho más rápida o alta que la frecuencia de las emociones negativas. El resultado entonces se vuelve obvio. Cuando vibramos en frecuencias altas, la energía fluye de forma natural, por el contrario cuando vibramos en frecuencias bajas, la energía fluye muy lento o se estanca por completo. Al estancarse provoca una resistencia. Si sabes de circuitos eléctricos, entiendes que cuando hay una resistencia donde no debe haberla, los componentes se saturan, dejan de funcionar bien y si la resistencia continúa se queman. Lo mismo ocurre en nuestro cuerpo. Entonces si albergas emociones negativas constantemente, provocarás una saturación en tus órganos y enfermedad. Por eso en la acupuntura se tocan ciertos puntos que hacen que la energía fluya.
Nota importante: No debemos confundir el qi con la energía eléctrica. El qi es la energía fundamental de la creación y la energía eléctrica es una de las manifestaciones del qi. La acupuntura y muchas tradiciones orientales se centran en el equilibrio del qi o prana.