El Dr. Mark Houston es un cardiólogo especializado en nutrición, ha publicado más de 200 artículos, ha dado miles de conferencias al rededor del mundo y ha escrito seis «best sellers». Tiene un currículum bastante amplio e impresionante. Es una autoridad en su tema.
Fue un participante del «Gluten Summit» y ahí presentó información muy interesante en la relación que hay con el gluten y enfermedades cardiovasculares.
Resumiré algunos puntos que hizo en su presentación y haré comentarios sobre la marcha. Recomiendo ampliamente la obtención del material original para profundizar más en el tema.
Siendo que su especialidad es cardiología, el comienza diciendo que todos los problemas cardiacos comienzan desde que el paciente se encontraba en el útero de su madre. Volvemos a la premisa de la que ya he hablado en el artículo del factor emocional. La mayoría de las enfermedades que experimentamos tienen un origen somático que generalmente tiene su origen desde nuestros primeros momentos de gestación. El no habla de cuestiones somáticas, sin embargo habla de malos hábitos alimenticios de la madre que producen enfermedad en sus hijos desde el periodo de gestación. Es decir que cuando los hijos nacen, si la madre tuvo malos hábitos alimenticios o consumió demasiados tóxicos, el hijo nacerá con problemas que treinta años después pueden desencadenar padecimientos cardiovasculares serios.
Mala nutrición, toxinas, genética y medio ambiente se combinan para que los problemas cardíacos se presenten. Según los estímulos ambientales, el problema puede continuar evolucionando.
El Dr. Houston, al igual que el Dr. William Davis autor del libro «wheat belly«, concuerda en que el gluten tiene un impacto muy alto en lo que se conoce como «síndrome metabólico», que es una combinación de síntomas o factores de riesgo que pueden llevar a enfermedades cardiovasculares.
En su experiencia con sus pacientes ha encontrado que el gluten suele estar relacionado con síntomas como:
- Problemas vasculares
- Disfunción endotelial
- Enfermedad coronaria
- Arritmias, etc.
Según lo que él explica, cuando hay anticuerpos que actúan en contra de la transglutaminasa, estos no solamente dañan las vellosidades del intestino, sino que también dañan el endotelio, es decir, el tejido que recubre internamente los vasos sanguíneos.
Explica el proceso de la siguiente manera:
- El paciente sensible, ingiere gluten
- Su cuerpo lo detecta como un invasor
- Su cuerpo entonces crea inflamación, oxidación o una disfunción auto inmune vascular como respuesta al gluten.
- Los vasos sanguíneos se ven afectados por estas tres respuestas, lo cual causa deterioro en ellos. Si esta situación se prolonga por mucho tiempo traerá enfermedades cardiovasculares.
- Si se elimina el gluten de la dieta, el cuerpo deja de hacer uso de esas respuestas, por lo tanto los vasos sanguíneos regresan a su estado natural.
Este proceso se aplica también para otros tóxicos, no solamente para el gluten. Por lo que si has eliminado al 100% el gluten de tu dieta y sigues teniendo padecimientos cardiovasculares, es importante que acudas a tu médico y analicen que otros factores pueden estar causando el problema.
El insiste mucho en que independientemente del tipo de problema cardiaco que un paciente pueda tener, es muy importante considerar la sensibilidad al gluten, ya que por el proceso mencionado, el gluten es un factor de riesgo oculto, y las personas (sobre todo adultos) sensibles al gluten que no dejan de consumirlo, suelen desarrollar problemas cardiovasculares.
Él insiste que como parte del diagnóstico de cualquier enfermedad cardiovascular, se debe examinar si una persona es sensible al gluten, y en caso de serlo, eliminarlo por completo de la dieta suele mejorar e incluso a veces curar la condición.
Si una persona consume gluten y presenta los siguientes síntomas cardiovasculares, es importante que lo elimine de la dieta y observe si la condición mejora:
- Enfermedad coronaria
- Infarto miocardio
- Falla congestiva cardiaca
- Arritmias cardiacas
- Disfunción diastólica
- Disfunción sistolica
- Cardiopatia idiopatica, etc.
Otro punto extremadamente importante que toca, es que la dislipidemia, que es una patología en la composición grasa (lípidos) de nuestra sangre, es una respuesta natural del cuerpo a las infecciones, o a la ingesta de toxicos y/o micronutrientes pobres (gluten entre otros).
Esto es porque cuando el cuerpo se ve expuesto a lo anterior, utiliza las grasas que tiene a su disposición para encapsular las amenazas y poderlas excretar, es una reacción normal y natural del cuerpo. Pero cuando éste se ve atacado constantemente, se termina sus reservas grasas o las desequilibra, provocando dislipidemia.
Como su especialidad es sobre el sistema cardiovascular y nutrición, comenta que muchos pacientes que padecen de fatiga crónica, nubes mentales, pérdidas de memoria y problemas cardíacos lo visitan. En su experiencia cada vez son más los que tienen algún tipo de sensibilidad al gluten, y muchas veces el simple hecho de eliminarlo de sus dietas por un periodo de dos semanas, aunque no sean celíacos, les ayuda mucho a resolver la sintomatología que presentaban en un principio. Es por esto que él considera que hacer revisión sobre la sensibilidad al gluten es algo que se debe convertir en un examen rutinario.
El recomienda que para ver un auténtico resultado benéfico, es necesario eliminar la ingesta del gluten totalmente por un mínimo de tres meses. Ya que aunque se deje de ingerir gluten, el cuerpo sigue produciendo anticuerpos durante un mes más después de la última ingesta, y los anticuerpos suelen durar aproximadamente dos meses, por lo que un periodo de tres meses es necesario para que la respuesta creada por el cuerpo se termine por completo y se pueda observar al mismo libre de todo efecto. Es en ese momento cuando es recomendable hacer un nuevo estudio de sangre y ver si los niveles grasos ya están reestablecidos.