La importancia del PH

Antes de comenzar, es importante que entiendas qué es el pH

———————–

Una de las cosas más importantes que he aprendido al lidiar con la enfermedad celíaca es la auto consciencia o auto observación constante de todas las señales que el cuerpo me envía.

Personalmente he comprobado que cuando aumento el consumo de alimentos de origen animal a más de cuatro veces a la semana, por un periodo prolongado de tiempo (aproximadamente 4 a 5 semanas) mis problemas de la piel suelen reaparecer, así como también reaparecen en situaciones de estrés elevado.

De hecho, cuando consumo productos de origen animal en mayor cantidad, aparte de los síntomas de piel, también tengo sensaciones en la audición como zumbidos, sensación de «bocina que cartonea» cuando escucho sonidos graves o incluso escuchar los latidos de mi corazón. Los alimentos de origen animal provocan una gran acidez dentro de nuestro cuerpo, por lo que debemos consumirlos con medida.

Cuando reduzco el consumo de alimentos de origen animal, aumento los vegetales y consumo más vinagre para estabilizar el pH, esas sensaciones auditivas desaparecen.

Veamos lo que tiene que decir el Dr. Angel Gracia sobre el pH:

El pH del cuerpo es tan importante o más que la temperatura, pero la mayoría de las personas desconocen su pH. Todas las enfermedades son ácidas comprobó el Premio Nobel -dos veces- Otto Warbürg quien nos enseñó cómo respiran las células. Y añadió donde hay alcalinidad y oxígeno no puede haber enfermedad, ni cáncer. Pero, los médicos y los sanitaristas lo han olvidado, si es que alguna vez lo supieron.

Todo el mundo sabe lo que es un termómetro y para qué sirve. Pero pocos saben lo que es el pH. Y el pH es tan importante como la temperatura para conservar la salud y la vida. De la misma manera que automáticamente cuando una persona tiene frío tiembla para producir calor y calentarse, o cuando tiene calor suda para bajar su temperatura y enfriarse; de  la misma manera automática, cuando el organismo está ácido le roba calcio a los huesos para neutralizar la acidez y alcalinizarlo, o cuando se alcaliniza genera radicales libres ácidos del ion hidrógeno (+) que estabilizan el pH. Fenómeno que se conoce como REDOX.

La mayor herejía de los nutricionistas es recomendar la leche y sus derivados, como fuentes de calcio, cuando todos tienen un pH ácido y corrosivo que es el culpable del artritismo y la osteoporosis que martiriza a la mayoría de los mayores de 50 años y sus familiares. La acidez de la leche y la guerra que los doctores le han declarado al SOL son dos de las causas más catastróficas de las enfermedades que padecen los humanos al cumplir los 50 años de edad.

Las constantes de la tº y el pH que para que haya salud deben permanecer inalterables dentro de límites muy bien definidos, que son:

a) la tº entre 35ºC y 42ºC  

b) el pH entre 7.37 y 7.47.

La transgresión de estas constantes se puede pagar con la enfermedad, el cáncer, o la muerte (un cadáver es sumamente ácido).

Es bueno recordar, ya que los médicos lo han olvidado, que un pH por debajo de 7.37 –tendencia a la acidez– significa un aumento de los radicales libres, o sea de H+ (hidrogeniones), que si no se inactivan con los antioxidantes, conducen a la acidez y, en consecuencia, a la enfermedad acompañada de inflamación y dolor. La simple ingesta de agua, que es alcalina, puede ser suficiente para aliviar la enfermedad.

Cuando se acidifica el medio interno celular o se altera su temperatura la enfermedad se hace presente y, como consecuencia, los microbios atacan. Las mismas consecuencias negativas suceden cuando nos sometemos al estrés mental culpable de las descargas de adrenalina que también acidifican el organismo. Los microbios no son la causa de las enfermedades infecciosas, son la consecuencia de la alteración de la homeostasis. La falta de micronutrientes, minerales y vitaminas, desencadena la acidez; y, la desmineralización ósea u osteoporosis es la consecuencia de la necesidad del organismo de recurrir a sus reservas ósea de minerales, especialmente, el calcio, que son imprescindibles para inactivar los humos y el fuego de las llamas de la acidez. Todas las enfermedades son ácidas, como dijo Otto Warbürg.

Todas las enfermedades son ácidas. Y la nutrición, el ejercicio físico y el entrenamiento ideo-motor, juegan papel preponderante en el equilibrio saludable del pH.

La enfermedad y el cáncer se desencadenan por culpa de la deficiencia de oxígeno y la disminución del pH de la acidez celular desencadenado por una alimentación que, además de no nutrir eficazmente cada una de las células, las intoxica.

Alimentar el estómago no es lo mismo que nutrir individualmente a cada una de las células de los 100 trillones que integran un ser humano, y que no pueden sobrevivir sin un pH alcalino –7,37 a 7,47– que controla automáticamente el fenómeno intracelular del REDOX –REDucción/OXidación. El pH influye física y mentalmente.

La constancia del valor alcalino del pH ( 7.37 a 7.47) es tan importante como la temperatura (36,5ºC) para disfrutar de una vida sana y mantener un peso equilibrado.

Comidas y bebidas chatarra, y pH. Si usted desea cambiar sus hábitos alimenticios para dejar de ser obeso, una de las primeras cosas que podría hacer es abrir la nevera, sacar todas las bebidas y comidas empaquetadas que tenga en ella, ponerlas sobre una mesa, armarse con un rollito de papel tornasol en sus manos y comprobar el pH –acidez/alcalinidad– de sus bebidas y alimentos. Además, leer las explicaciones impresas –letra casi ilegible– en sus contenedores sobre los porcentajes de los componentes de sus alimentos y bebidas. Si no puede entender lo que lea en las etiquetas, o es incapaz de memorizarlo para escribirlo, por favor no lo coma, ni lo beba.

Si un doctor le dice que su problema es genético, desconfíe. Seguramente es un académico que habla con el lenguaje esotérico de los genes, que ni él mismo entiende, también esta gordo y, además, fuma.

Un enfermo es una persona deshidratada. Cuando el agua se restaura en un organismo, los H+ (hidrogeniones ácidos, o radicales libres) son neutralizados y, una vez “barridos”, arrastrados hasta los pulmones, el sudor, las heces y la orina para ser expulsados como las excreciones indeseables que son. Motivo por el cual, el lema de “Usted no está enfermo, usted está sediento”, es de gran sabiduría.

Fragmentos tomados del libro «La dieta del delfín» del Dr. Angel Gracia.

¿Cómo promovemos la alcalinidad óptima en nuestro cuerpo?

En el libro «la dieta del delfín», el Dr. Angel Gracia recomienda el consumo moderado de agua de mar. Yo no vivo cerca del mar por lo que ese método me es complicado aplicarlo, pero si he utilizado recomendaciones dietéticas para estabilizar el pH y me han resultado de gran utilidad.

Para mantener el cuerpo en un balance es necesario mantener la proporción de los alimentos y las bebidas alcalinas y ácidas en un 80% de alimentos alcalinos y 20% de alimentos ácidos.

Alimentos que promueven la acidez (consumir con medida):

  • Vegetales: pepinillos y otros vegetales enlatados y en vinagre
  • Fríjoles: negro, pinto, rojo
  • Frutas: arándano, ciruela, fruta enlatada
  • Granos: pan, avena, arroz, postres, pastas
  • Carnes: hígado, mariscos, órganos de res, pescado, pavo, pollo, carne roja, pescados enlatados
  • Huevos y lácteos: leche entera, mantequilla, yogurt, quesos, helados, huevo
  • Nueces y semillas: semillas de calabaza, ajonjolí, semillas de girasol, nuez pecan, pistachos, nuez marañón, maní.
  • Aceites: de maíz, de girasol, margarinas
  • Bebidas: chocolate, vino, soda, té negro, café, cerveza, licor
  • Endulzantes: azúcar blanca, miel procesada, azúcar negra, melaza, endulzantes artificiales
  • Condimentos: sal, mermelada, salsa de tomate, mayonesa, mostaza, vinagre

Alimentos que promueven la alcalinidad (consumir con mayor libertad):

  • Frutas: higos secos, pasas, dátiles, papaya, uvas, manzanas, peras, coco, tomate, naranja, limón, fresas, sandía, toronja, mango, piña, melocotón, aguacate
  • Vegetales: Verduras frescas y crudas (orgánicas, ya que los pesticidas y nitratos nos acidifican): espinaca cruda, brócoli, apio, ajo, zanahoria, fríjoles verdes, betabel, lechuga, pepino fresco, algarrobo, calabaza, espárrago, ruibarbo, maíz fresco, cebolla, repollo, arvejas verdes, coliflor, betabel, papa, aceitunas
  • Granos y cereales: amaranto, lentejas, maíz dulce, quinua, trigo crudo
  • Lácteos: leche materna, queso de cabra o de soya
  • Nueces y semillas: Avellanas, almendras, coco, castañas
  • Aceites: de linaza, de oliva, de canola
  • Bebidas: jugo de limón, té de hierbas, té verde, té de jengibre, extractos de verduras
  • Endulzante: Stevia, miel cruda, azúcar cruda, miel de maple (natural), sirope de arroz

Hábitos recomendados

  • Beber mucha agua.
  • Consumir muchas verduras y frutas frescas, crudas y orgánicas.
  • Disminuir el consumo de proteína animal
  • No hacer de la carne el alimento principal.
  • Eliminar de la dieta la comida chatarra y gaseosas.
  • Minimizar el consumo de café, alcohol y comida procesada.
  • Cambiar el azúcar y las harinas refinadas por los azúcares naturales y las harinas integrales.
  • Utilizar menos sal y azúcar.
  • Hacer ejercicio.
  • Evitar desvelarse.

Fragmento tomado del blog «Más allá del gluten»

Un comentario

  1. agradesco la informacion porque uno ve estas cosas o se entera lo que es el ph cuando uno esta enfermo la gente no tiene ni idea que es esto falta mucha informacion desde ya agradecido uno que tiene el ph por el piso

Deja un comentario