Diferencia entre sensibilidad al gluten y celiaquía, y los síntomas en común.

Creo firmemente que el gluten es un veneno moderno y que la evidencia de las nuevas investigaciones indica que es un componente importante en los problemas cerebrales – David Perlmutter

Según el Dr. Perlmutter no es lo mismo hablar de sensibilidad al gluten y la enfermedad celíaca. En las siguientes entradas resumiré lo que el Dr. Perlmutter en su libro «grain brain» tiene que decir con respecto al gluten, sus características y sus efectos físicos y neurológicos.

¿Cuál es la diferencia entre la sensibilidad al gluten y la enfermedad celíaca?

La sensibilidad al gluten pueden presentarla muchas personas, y sus efectos se verán en ciertos síntomas neurológicos y físicos. La enfermedad celíaca es cuando esta sensibilidad ha llegado a un extremo tal que el cuerpo comienza a auto destruirse. No son lo mismo, pues la sensibilidad puede implicar algunos síntomas, pero la enfermedad celíaca ya es cuando esta sensibilidad a «cruzado la raya» y su manifestación ya es extrema; se convierte en un problema de auto inmunidad y causa daño directamente en el intestino delgado.

La enfermedad celíaca es una de las reacciones más severas que se puede tener hacia el gluten.

Lo más importante de comprender sobre la sensibilidad al gluten es que cualquier órgano puede verse afectado por esta, incluso si el intestino delgado no se ha visto afectado, es decir, incluso cuando no se es celíaco. Entonces aunque una persona pueda no ser celíaca, el resto de su cuerpo, incluido el cerebro, puede correr un grave peligro, si la persona es sensible al gluten. Específicamente la característica pegajosa del gluten es la que provoca que no siempre se separe y sea mal absorbida, provocando una reacción auto inmune.

Un aspecto muy importante es que cuando las gliadinas (componentes del gluten) se quedan en el intestino, este crea una reacción auto inmune, es decir, crea anticuerpos para destruirlas. Los exámenes para detectar la enfermedad celíaca buscan precisamente la existencia de estos anticuerpos anti gliadina. El problema es que dentro del cerebro existen unas sustancias muy similares a la gliadina, y cuando estos anticuerpos recorren todo el cuerpo en búsqueda de gliadina, también dañan partes del cerebro al confundir estas sustancias con la gliadina y atacarlas. Esto provoca más inflamación en el cerebro, lo cual trae desde sensaciones de mareo, nubes cerebrales hasta alzheimer, Parkinson, esclerosis múltiple, autismo, esclerosis lateral amiotrófica, etc. Hay muchos casos donde el simple hecho de eliminar el gluten de la dieta ha detenido el progreso, mejorado el estado o incluso curado enfermedades cerebrales.

El impacto del gluten en la salud y a nivel social es mucho más grande de lo que se había estimado en un principio.

La creencia de que la enfermedad celíaca es algo nuevo es totalmente errónea. Lo que ocurre es que hasta ahora se ha vuelto un fenómeno más conocido. Veamos un poco:

100 a.c. Arateo de Capadocia, un doctor griego altamente distinguido fue el primero en utilizar el término “celiaco” que es griego de “abdominal”. Mencionó que esto tenía que ver con problemas neurológicos como epilepsia, dolores de cabeza, vértigo y parálisis. Dijo lo siguiente “El órgano digestivo, el estómago, pasa por procesos diarreicos continuos que provocan debilidad en todo el cuerpo. Si esta condición se mantiene provoca la enfermedad celíaca».

En el siglo XVII, término “Sprue” que viene del idioma neerlandés “Sprawl” que significa diarrea crónica.

¿Si el gluten es tan malo, cómo hemos podido sobrevivir durante miles de años al consumirlo?

La realidad es que el gluten de hoy no tiene nada que ver con los cereales de los inicios de la agricultura. Desde el siglo XVII cuando Gregorio Mendel realizó estudios sobre las cruzas genéticas de las plantas para crear variedades nuevas, nos hemos vuelto muy buenos en desarrollar mezclas descabelladas, sobre todo en los cereales. Y aunque nuestra composición genética y fisiología no han cambiado mucho en relación a nuestros ancestros, nuestros alimentos han cambiado exponencial mente en los últimos 50 años. Si a esto le añadimos los procesos industrializados de producción y la ingeniería genética de los alimentos, estamos hablando de que hoy tenemos cereales que contienen más de 40 veces el contenido de gluten que contenían los cereales de nuestros antepasados. No importa si esto ha sido accidental o si ha sido con la clara intención de hacer cereales más “degustables” o los dos. Lo que sabemos hoy es que los cereales que contienen gluten hoy, son mucho más adictivos que antes.

Bibliografía: Grain Brain, Dr. David Perlmutter

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