Las pechugas Bachoco tienen gluten

Recientemente me mudé a la ciudad de Culiacán, Sinaloa con el objetivo de estar más cerca del mar.

Como todo cambio de lugar de residencia de una región a otra, implica adaptarse a los hábitos alimenticios del lugar, debido a que en los mercados se consiguen cosas diferentes y hay más o menos variedad que en otras zonas.

Definitivamente la alimentación es mucho más rica aquí, no solamente en nutrientes sino en sabores. Sin embargo me topé con una limitación de la que tardé mucho en darme cuenta. Mi dieta generalmente integra algo de carne roja, pollo o pescado, y comencé a tener problemas en la piel que ya había controlado bastante bien antes de llegar aquí.

Al llegar a la ciudad y debido a que aún no sabía moverme dentro de ella, lo más fácil que consideré fue comprar pollo en el super mercado. Para mi sorpresa el 90% del pollo que se vende aquí es de la marca Bachoco. Personalmente esto nunca lo había considerado un problema, pero debido a que no encontraba la razón de mis reacciones en la piel fue que comencé nuevamente en estado de alerta sobre cada cosa que consumía que me podría ocasionar alguna reacción.

El pollo fue lo último que contemplé, y un día que pensaba descongelar unas pechugas que había comprado fue que noté una leyenda que no había visto antes. En esta se lee «Este producto puede contener trazas de soya, trigo y nuez»; y fue ahí donde me di cuenta que desde que llegué a la ciudad me estaba envenenando poco a poco sin haberme dado cuenta.

Entonces comencé a poner atención a las distintas etiquetas de la marca y me di cuenta que muchos de sus productos contienen, soya o trigo.

Cuando vivía en la ciudad de San Luis Potosí, yo siempre compraba el pollo directamente en la pollería, nunca era de marca, así que busqué donde poder comprar de la misma manera aquí; pero para mi sorpresa también me hizo daño. Regresé a la misma y pregunté que si el pollo que venden ahí es Bachoco, y me respondieron que si, que el 90% del pollo que se vende en la ciudad es de esa marca y que si quiero consumir uno que no lo sea, solo lo puedo encontrar en los súper mercados MZ que manejan pollos de otro origen pero que aún no he probado, y la otra opción es en el mercado del centro de la ciudad, donde incluso puedo llegar a escogerlo vivo y regresar más tarde.

En fin, tal vez esto no sea noticia nueva para mis lectores mexicanos, sin embargo yo no acostumbraba comprar pollo «de marca», sino directamente en la carnicería. Definitivamente es muy fácil caer en el error y consumir alimentos con contaminación cruzada.


Espero que esta información te sea de utilidad. Si tienes más información al respecto, déjame un comentario.

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