¿Por qué confiar en la «medicina alternativa»?

Como he mencionado en otras entradas, la medicina occidental no me ha proporcionado soluciones reales a mi problema de enfermedad celiaca. Muchos considerarán que buscar soluciones fuera de la medicina occidental no es más que un sueño; pero veamos lo siguiente:

En primer lugar, llamarle medicina “alternativa” a la medicina natural, es decir la que viene de plantas y otras técnicas basadas en observación, estimulación de puntos vitales del organismo y no tecnológicas, es una falta de respeto, ya que nos ha acompañado desde la noche de los tiempos cuando el homo sapiens comenzó a vivir en sociedad y a desarrollar las primeras nociones de medicina, es decir que ha existido por milenios y ha demostrado su utilidad.

Muchos catalogan a la medicina tradicional china, ayurvédica y/o amerindia (la que procede de los nativos del continente americano), es decir aquella conocida como «alternativa», como poco seria y fundamentada en preceptos mágicos que nada tienen que ver con la ciencia, por lo tanto la invalidan, y si hay algún resultado le llaman «efecto placebo».

Hay que recordar que la medicina occidental actual no tiene más de 300 años, y antropológicamente se contempla que el primer homo sapiens existió hace unos 200,000 años o más. Si comparamos el periodo que tiene la medicina occidental con el nacimiento del homo sapiens y su desarrollo como ser civilizado (y por consecuencia sus primeras nociones de medicina), podemos decir que el periodo de existencia que tiene la medicina actual no es más que un parpadeo comparado con el tiempo que pueda tener la medicina natural. Teniendo esto en cuenta, podríamos decir que la medicina occidental es en realidad la medicina alternativa y la medicina conocida como “alternativa” es la auténtica medicina.

Además, a esto se conjuntan muchas otras cuestiones económicas y políticas, como el hecho de que la industria farmacéutica esté más interesada en nuestra enfermedad que en nuestra salud. Si estamos sanos, no hay negocio para ellos, por eso tenemos una infinidad de medicinas diseñadas para suprimir síntomas y no curar, o para corregir algunas cosas y dañar otras, solo así el círculo vicioso de la enfermedad puede seguir girando. Si además de eso, añadimos que la industria farmacéutica nos vende la idea de que es la única que nos puede sanar y nosotros la compramos, ya tenemos todos los ingredientes necesarios para tener una sociedad sodomizada y además dispuesta a defender el sistema.

Es muy importante entender que el descalificar un tipo de medicina simplemente porque no encaja en los parámetros científicos occidentales y/o en la educación que el mismo sistema nos ha proporcionado, no es más que una expresión de ego, apego e ignorancia. Lo primero que tenemos que reconocer es que sabemos muy poco, es decir que debemos tener claro que lo que sabemos no es nada a comparación con lo que no sabemos.

Hablando específicamente de la medicina conocida como “alternativa”, puedo explicar por qué si funciona, pero ya hay alguien que lo dijo mejor que yo.

El Dr. Alfonso J. Aparicio Mena es Doctor en Antropología y Ph. D. en Medicina Tradicional China y nos explica lo siguiente:

En las tradiciones asiáticas y amerindias, la naturaleza física está atravesada, animada, por Qi, por esencia divina, por espíritus, etc. Estos términos y expresiones sólo son imágenes discursivas y representaciones para entendernos. Cada una corresponde a su contexto sociocultural. Es evidente que ni los chinos, ni los amerindios ni otras sociedades del planeta distintas de la europea tuvieron los mismos previos históricos. Por ello, es imposible que, de forma natural, se lleguen a las mismas consecuciones culturales en unos sitios y en otros. Lo cierto es que el colonialismo europeo fue el responsable de la imposición  mundial  del modelo de progreso occidental. Es, por tanto, una simple cuestión de poder y de política. Muchos de los discursos surgidos en la cultura occidental han sido, y siguen siendo, etnocentristas.

Con esto lo que quiero decir es que no porque un método sea distinto al que conocemos, signifique que sea incorrecto o inválido.

El doctor continúa exponiendo lo siguiente:

La medicina china, la medicina ayurvédica, la medicina mexicana, difieren entre sí aunque tienen en común el apelativo de tradicionales (cada una basada en su tradición). Y todas ellas difieren de la medicina occidental-convencional.

El sistema científico no es mejor ni superior que los sistemas tradicionales; solo distinto [Nota del autor del blog: Yo me atrevo a decir que el método oriental si es superior al occidental viendo los resultados que he obtenido]. Todos, aquél y éstos, son, o pueden ser, válidos y útiles en sus contextos originarios respectivos. Algunos ya han trascendido los límites de sus sociedades como es el caso de la medicina occidental, pero también el de la medicina tradicional china, objeto de nuestro estudio. El encuentro de la teoría  médica  china con el pensamiento de otras  sociedades  ha dado lugar a un sistema intercultural e híbrido, resultante de la necesidad de acomodación de principios originales a culturas diferentes (Aparicio, 2004). La medicina china tiene su propio método de trabajo, su forma de indagación y su manera de diagnosticar y atender. La interrogación, la palpación, la palpación especial de los pulsos chinos, la observación, la audición, la olfacción y hasta la obtención de información por el sentido del gusto, son los procedimientos tradicionales para conocer los rasgos individuales del  problema  que tenemos delante.

Si deseas leer la ponencia completa de este doctor, sigue el siguiente enlace:

http://www.monografias.com/trabajos75/pulso-lengua-medicina-tradicional-china/pulso-lengua-medicina-tradicional-china.shtml

Cabe señalar que con lo que he expuesto aquí, no estoy juzgando a los investigadores que buscan nuevas soluciones para las enfermedades utilizando las técnicas occidentales que tienen a su disposición. Su función es noble, pero la explotación que hace la industria farmacéutica de ellos y la manipulación hacia la sociedad es lo que está mal. Podríamos entrar en temas más escabrosos como la legislación en contra de plantas medicinales, curas naturales contra el cáncer y la anulación de quienes las promueven, etc., pero ese no es el tema de este blog, si deseas información sobre eso da clic aquí y seguramente encontrarás mucho material al respecto, esa es una de las grandes ventajas de la era de la información.

Con esto quiero que quede claro que no estoy descalificando por completo a la medicina occidental, pues también ha aportado mucho al mundo de la medicina, como los métodos tan desarrollados de diagnóstico de enfermedades, pues son bastante acertados y sumamente minuciosos, además de que han logrado desarrollar órganos sintéticos que pueden ayudar a quienes lo necesitan a tener una mejor calidad de vida y muchos otros logros  impresionantes. Esto obviamente no se debe ignorar, pues son aportes sumamente importantes, pero yo me quedo hasta ahí. Si hablamos de tratamiento, prefiero confiar en la auténtica medicina, es decir, en la medicina natural.

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