Psicosomatismo Parte 2 – El papel del perdón

El perdón es la forma de probarte a ti mismo que las emociones negativas no te controlan, y conectarte con tu propio potencial para abrir nuevos caminos. Este desprendimiento de lo negativo crea confianza en ti mismo y te ayuda a soltar de tu mente todos los acontecimientos desagradables que cargabas. Esto nos ayuda a crecer como personas y a comprender más nuestros sentimientos y los de los demás.

Nadie nos agrede, grita, maltrata, roba, etc., si nosotros no lo permitimos. La única forma en que estas cosas nos ocurren es porque nosotros las provocamos, las atraemos. No quiero entrar en la “ley de la atracción”, sin embargo es importante comprender que el universo sigue un orden. La naturaleza de nuestro universo es ser un espejo, por lo tanto toda creencia que tu tengas de forma consciente o inconsciente, será reflejada en abundancia en tu vida. Imagina un boomerang, invariablemente lo que lances o proyectes es lo que recibirás o verás reflejado.

Cuando la gente se encuentra ante esta información por primera vez, es muy común que reaccione de forma incrédula o negativa. Se preguntan ¿cómo voy a atraer yo a una persona tan desagradable en mi vida? ¿cómo que esta persona es un espejo de mi?

El error común que se comete al interpretar los hechos desde esta perspectiva es que se cree que esa persona que nos hace daño es un espejo 100% de nosotros. No funciona así. La persona está ahí para mostrarnos un aspecto o varios de nosotros, pero ella sigue siendo una persona con su libre albedrío.

Ella está ahí para mostrarte un aspecto de ti, es decir, por ejemplo, si crees que te trata mal y lo sientes, lo experimentas, entonces eso demuestra que en ti hay una definición de la realidad de victimismo. No puedes sentir algo de lo que no tengas definición, es decir, de lo que no hayas creado una relación. Los espejos te muestran tus definiciones/creencias, no tus comportamientos directamente. Por ejemplo, si alguien llega y te habla en un idioma que no conoces, no sabrás como reaccionar, porque no tienes ninguna relación o referencia con lo que te dicen. En cambio, si alguien te lo traduce, entonces inmediatamente habrá una reacción en ti, pues ya identificas aquello que te dicen.

Si usas esta pequeña pauta para observar aquello que «te hacen» y no te identificas con eso, entonces no surtirá ningún efecto en ti y por lo tanto no habrá ninguna reacción, consciente o inconsciente de tu parte.

¿Sigues sin entender?

Lo diré de otra forma: Cuando una persona «te hace» algo, por ejemplo robar, seguramente tú dices ¿cómo puede ser eso un espejo de mi? Efectivamente, si lo ves desde la superficie, eso no es un espejo, pues no eres ningún ladrón. Hasta ahí, estás en lo cierto. Vayamos ahora más profundo.

La función de espejo que esta persona está jugando solo podrás verla cuando observes tu reacción. Tienes muchas formas de reaccionar, pero generalmente se darán en una de dos formas básicas:

1.- Reaccionas negativamente, maldices, te vuelves violento.

2.- Reaccionas de forma positiva y lo ves como una oportunidad de renovación.

La primera parte es observar tu reacción (sobre todo si es negativa, pues es la que te trae enfermedades). Una vez que observas tu reacción entonces puedes darte cuenta de qué idea de fondo motiva a esa reacción. Tal vez defines tu realidad como un lugar violento y donde solo el fuerte sobrevive. Si logras llegar hasta la raíz de tu reacción (tus creencias, o definiciones de la realidad) entonces lograrás ver, la imagen que el espejo (el ladrón) te está mostrando. Solo entonces tendrás la oportunidad de cambiarlo. Podrás observar que esa definición no tiene sentido, que no es algo que tu prefieres en tu vida; habrás vuelto consciente lo inconsciente y podrás entonces cambiarlo, redefinirlo, dando entonces un nuevo rumbo a tu vida.

Tus comportamientos son un resultado de tus definiciones, pero estos pueden ser variables pues están polarizados. Si en ti hay definición de victimismo, entonces el comportamiento puede ser victimista o guerrero/verdugo. En ambos casos la raíz es la misma aunque el comportamiento de respuesta puede ser opuesto. Por eso creer que un espejo refleja los comportamientos es muy engañoso. Lo que refleja son tus definiciones, tus creencias, programaciones, etc. Entramos en la educación (programación) social, religiosa, moral, profesional, etc. Estas definiciones generalmente son inconscientes, pero son las que determinan cómo nos sentimos y nos relacionamos con nosotros mismos y con los demás.

Si nos sometemos a todo lo externo, es decir entregamos nuestro poder a otros o a las circunstancias, y no vamos hacia nuestro interior, creeremos que nuestra vida está determinada por todo menos por nosotros mismos, por lo tanto seremos incapaces de ver cómo estamos creando nuestra realidad. Por lo tanto, antes de negar la verdad que se esconde en el fondo, la cual está siendo reflejada perfectamente a través de nuestros síntomas psicosomáticos, debemos ser honestos con nosotros mismos y comenzar a observarnos.

Por eso dice la ley de Ganesha el compasivo «Todos tenemos lo que merecemos», porque todos cosechamos lo que sembramos. Es decir, nuevamente: como definimos nuestra realidad es lo que obtenemos de forma abundante. Ahora, esta información no está aquí para hacerte sentir culpable de nada, sino para mostrarte cómo has llegado hasta donde estás. Si ves esta información y no provoca en ti otra cosa que victimismo y auto castigo, entonces no has entendido lo que te estoy diciendo. Perdónate a ti mismo. El perdón solo puede ocurrir si logras observar las cosas como son, sin juzgar, entonces lograrás comprenderlas, y una vez que haces eso, el perdón surge de forma natural.

Recuerda que todo es un espejo. Si un espejo te refleja a ti mismo despeinado o enojado, no tratas de manipular al espejo para forzar una sonrisa en él, ni tratas de peinarlo, eso sería una pérdida de tiempo y francamente estúpido. Lo único que haces es cambiar tú y entonces el espejo no tiene opción, más que reflejar el cambio que has hecho. Ese es todo el “secreto” de este trabajo. La forma en que tú definas tu realidad es lo que obtendrás de forma abundante. Por lo tanto si has entendido esto, lo único que tienes que observar es ¿qué estás obteniendo de la vida?, si no te gusta, cambia tus definiciones, perdónate a ti mismo y/o a otros, y la vida no tendrá más opción que reflejarte lo nuevo.

Pero estos cambios no son simplemente de forma mental, no son cuentos que te cuentas a ti mismo. Son cambios existenciales, debes convertirte en ese cambio que deseas, vivirlo plenamente y entonces realmente verás reflejado el cambio en tu vida. Dudar no es creer a medias, es no creer en absoluto, incluso si te dices a ti mismo que crees un 90%, la realidad es que no crees en absoluto, de lo contrario no habría dudas. La duda demuestra que crees 100% en otra cosa.

Por lo tanto siempre que tenemos resentimientos, odio, enojos, etc. Más pronto o más tarde somatizaremos un problema equilibrando la pérdida de energía provocada por esos sentimientos. Cuando una dolencia no desaparece, entonces no hemos perdonado realmente. Cuando hables de “perdonar” desconfía de ti mismo y voltea conscientemente a ver las situaciones que dices haber perdonado. Cuando las puedas ver con amor y compasión, con una mayor comprensión y en lugar de sentirte pesado por ellas, te sientas liberado, relajado, amoroso, con mayor sabiduría y sobre todo, compasivo, entonces realmente habrás perdonado, y por lo tanto el problema de raíz habrá desaparecido, provocando una curación. 

¿Te das cuenta de la profundidad de esto?, esto significa que absolutamente TODA experiencia que tengas, incluso aquella que etiquetarías como la peor, es una gran oportunidad para conocerte más a ti mismo (que tú decides tomar y crecer, o ignorar y enfermar). Esa era y sigue siendo la base de la sabiduría Socrática y de muchas otras líneas. La base de todo es conocerte a ti mismo, y el tema psicosomático no es más que señales que tu cuerpo te da para que te conozcas más a ti mismo.

Bibliografía
Cristina Cairo – Linguajem do corpo

Un comentario

  1. sabiduría pura, muy interesante como nosotros mismos nos convertimos en nuestros peores enemigos, o nuestros mejores amigos, viendo un espejo saludable y mandándote a ti mismo un mensaje positivo y de amor ante la vida.

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