Factor emocional (Parte 2)

Recordemos que la base de nuestra salud se centra en el tetrahedro de la salud. Si no has leído ese artículo, te recomiendo que lo hagas antes de leer este, de lo contrario puede ser que no comprendas desde donde se justifica esta información.

Hoy hablaremos un poco más sobre el tema emocional. Ya he hablado sobre nuestras emociones y cómo estas afectan nuestra salud, hoy profundizaré un poco más en este tema. Es extremadamente amplio y requiere varios artículos para poderlo resumir de forma clara, pero por algo debemos empezar.

Hoy explicaré la base de donde comienzan las enfermedades desde el aspecto emocional, y lo enfocaré desde lo que me ocurrió a mi cuando me encontraba en el punto más complicado de mi enfermedad, donde ya no veía salida por ningún lado.

A pesar de que cada día hay más médicos y tratamientos, las enfermedades en lugar de disminuir siguen aumentando. Este fenómeno tiene mucho que ver con las preocupaciones excesivas sobre salud, el cuerpo, economía, política, problemas sociales, etc. Hablaré específicamente de las preocupaciones relacionadas con la salud y la nutrición. No siempre los médicos son los culpables del estrés por la salud, pero si hay algunos que llevan a sus pacientes a creer que realmente están enfermos («la enfermedad celíaca es un problema genético que no tiene cura»). Esto hace que la gente cada día tenga un estado de impotencia y por lo tanto de salud cada día más frágil.

Por ejemplo: Cuando un médico somete a su paciente a una dieta extremadamente estricta donde debe estar meticulosamente al pendiente de cuántas calorías ingiere, cuántas vitaminas, proteínas, carbohidratos, grasas, etc. (en mi caso si las cosas contenían gluten, soya, aspartame, glutamato monosódico, etc.), en lugar de ayudar al paciente a llegar a un estado emocional más equilibrado, lo que logran es obsesionar a sus pacientes por la ingesta de nutrientes adecuados para ellos. Esto hace que se estresen y sientan culpa si fallan aunque sea por muy poco.

Si por alguna razón una persona en esta situación no logra apegarse a su programa por algún evento específico fuera de su control, entonces se sentirá frustrado, ansioso, nervioso, culpable, etc. y vendrá el auto castigo, raíz de la mayoría de las enfermedades.

Lo que es un hecho es que nadie puede seguir esas tablas de nutrición al pie de la letra, sobre todo si su dieta es mayormente industrializada. De hecho aquellos que le temen tanto a las bacterias que tienen que desinfectar y prácticamente esterilizar sus alimentos (frutas y verduras), al hacerlo también hacen que el alimento pierda vitamina C, y de «bacterias buenas», mismas que requerimos internamente para poder eliminar bacterias y microorganismos nocivos. Hay gente que por su nerviosismo ante esta situación, se envenena más y pierde toda la capacidad de actuar de forma natural.

El ejemplo anterior suele ocurrir con todos los tipos de alimentos. Por ejemplo hay quienes abogaron por mucho tiempo que el arroz integral era mejor que el refinado porque ayudaba a un buen funcionamiento intestinal, después las universidades dijeron que el arroz integral contenía demasiado magnesio y que era mejor el refinado (sin cáscara), hoy sabemos que el arroz integral es mejor pues es un alimento completo para nuestro cuerpo. Lo mismo ocurre con las dietas que dicen «come más carbohidratos  y pocas proteínas» y luego están los opositores que dicen que el exceso de carbohidratos provoca problemas de insulina y que es mejor una dieta mayor en proteínas. El debate continúa.

Otro ejemplo es la dieta vegana vs la dieta vegetariana (no hablemos de la carnívora). Los veganos dicen que el cuerpo está diseñado para consumir únicamente cosas que vengan de la tierra o los árboles (plantas), sus opositores dan el argumento de que esa dieta es apropiada para vacas porque las vacas tienen cuatro estómagos y nosotros solo tenemos uno, por lo tanto no tenemos la capacidad de consumir solamente eso, y más argumentos.

El hecho es que siempre encontraremos información a favor o en contra de cualquier alimento que investiguemos. Si escuchamos todos los argumentos a favor y en contra de cada una de las cosas que consumimos, terminaremos con una neurosis impresionante. La gente se sugestiona entonces por los efectos adversos de todo tipo de alimento que pueda consumir (esto me ocurrió a mi, ya he mencionado que aunque eliminé mi ingesta de gluten completamente, TODO me hacía daño). Tendrán miedo de consumir cualquier cosa. Esto psicológica mente nos mete en un laberinto sin salida.

Todos los argumentos a favor y en contra de cualquier alimento tienen algo de verdad y algo de mentira. Por eso en ayurveda se dice que todo es veneno y todo es medicina, depende de cómo se utilice.

No debemos preocuparnos de forma excesiva sobre qué si y que no debemos comer, pues nuestra intuición nos permite saber de forma natural qué es lo que nuestro cuerpo necesita. Ante esto entonces surge la pregunta «¿cómo se reconocer la voz de mi intuición?», para esto lo importante es aprender a dejar la mente en silencio, de lo contrario es fácil confundirse. Hablaré sobre estos temas más adelante.

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Nuestro cuerpo está hecho a imagen y semejanza de la naturaleza, es decir que tiene la misma capacidad de organizarse, reconstruirse y re establecer su energía vital. Tenemos incluso la capacidad del libre albedrío, pero este viene condicionado por las creencias y programaciones que hemos recibido desde nuestra infancia.

Por ejemplo, todos sabemos que un caballo salvaje es mucho más fuerte y resistente que uno criado en la mejor finca del mundo. Esto es porque ha desarrollado resistencia al medio ambiente por su exposición al mismo, mientras que el segundo nunca desarrolló resistencia natural sino que creció apegado a las reglas y restricciones dietéticas del momento.

La libertad de movimiento y falta de preocupación por los regímenes impuestos, equilibra nuestras emociones y trae satisfacción a nuestra vida. Nos permite darnos cuenta que no necesitamos nada para vivir plenamente y despertar nuestras energías latentes. Es nuestra mente cuando responde a sus programaciones y no a un flujo natural, la que destruye la perfección que la naturaleza ha creado.

Nuestro cuerpo es un espejo y un reflejo de lo que creemos. La enfermedad no es más que un reflejo de lo que creemos que es real. Ver una enfermedad y considerarla como realidad es lo mismo que ver la sombra de nuestro propio cuerpo reflejada en el suelo, ella está ahí, pero es solamente un reflejo de nuestro cuerpo. Si tu sombra te incomoda, no luches contra ella, solamente encuentra dónde está localizado el foco que proyecta la luz y apágalo y verás como la sombra inmediatamente desaparece.

Lo mismo se puede hacer con relación a nuestra salud. Si una enfermedad persiste, comprende cual es la emoción de base que alimenta a esta enfermedad, elimínala de tu mente y automáticamente la somatización desaparecerá.

No importa la enfermedad que tengas, siempre estará relacionada con sufrimiento mental y emocional sobre tu pasado, tu presente o tu futuro.

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