Camino a la sanación (Parte 1)

Mi camino a la sanación comienza a los 21 años. En aquel momento yo no tenía ni la menor idea de la enfermedad celíaca, solamente sabía que tenía problemas de piel y digestivos, pero ya estaba acostumbrado a ellos, y en realidad no les daba ninguna importancia. Lo veía como una rareza más que tenía y punto. En aquel momento yo tenía claro que quería ser un emprendedor de negocios.

Durante ese período pasé por una crisis existencial muy severa, la cual me llevó a lo más profundo de mi propio infierno y a enfrentarme a mis demonios internos. En ese momento yo no sabía a quién recurrir para recibir ayuda, pues sin afán de alardear, yo siempre he sido una persona más despierta que el promedio, y para mi era muy frustrante que yo podía ayudar a los demás en sus problemas existenciales, pero yo no tenía a quién acercarme para pedir ayuda o consejo, porque mis vivencias eran demasiado profundas y las respuestas que recibía eran muy superficiales.

Por azares del destino, comenzaron a llegarme por correo electrónico reflexiones de la «Escuela Tántrica Sivaíta». Honestamente al principio pensé que eran una «tontería esotérica» y spam.

Curiosamente nunca borré los correos pero tampoco los abría. Un día un título que no recuerdo me llamó la atención y me empujó a abrir el correo. Cuando lo comencé a leer, sentí que le estaban hablando a lo más profundo de mi corazón. Fue tan fuerte lo que leía que comencé a abrir todos los correos que había recibido y que no había abierto. Llegó un momento donde yo únicamente revisaba mi correo para ver si tenía algo nuevo de la Escuela Tántrica. Cada una de las reflexiones me movía muchísimo y fue tanto lo que despertaban en mí que quise investigar sobre esa persona que me enviaba los correos y la escuela.

Supe que era de Madrid y que hacía retiros periódicamente, y pensé que si algún día iba a España, me gustaría conocerlo y asistir a algún retiro.

Tiempo después, por medio de la universidad donde yo estudiaba se presenta la oportunidad de ir a España. Impulsado por el deseo de conocer a esta persona que me enviaba los correos semanalmente, escuchando y siguiendo a mi corazón, decidí tomar esa oportunidad y me aventuré a tomar el viaje. La verdadera razón de mi viaje a España era conocerlo, el curso universitario en realidad era el pretexto.

Cuando llegué a España, algo dentro de mi me decía que aún no era momento para conocerlo, y que primero debía hacer otras cosas, sin embargo no sabía qué. Después de aproximadamente tres semanas de curso en la universidad europea, se acerca a mi una de las coordinadoras de carrera y me ofrece la oportunidad de estudiar una maestría en una escuela de negocios, cuando esto ocurre la voz que todos tenemos dentro me dice «esto es lo que estabas esperando». Siendo que mi sueño más profundo en ese momento era estudiar en una escuela de negocios, acepté inmediatamente.

Después de cuatro meses de cursar la maestría, finalmente me sentí listo para ir a conocer a esa persona que me enviaba los correos. Busqué la manera de contactarlo y finalmente me aventuré a conocerlo. Cuando finalmente lo conozco, me doy cuenta que no era una persona común y corriente que enviaba correos electrónicos sino que era un Swami formado en India en la cadena inferior del Himalaya por más de diez años.

Asistí a un retiro con él (que por cierto fue completamente diferente a lo que yo me había imaginado) y me di cuenta que ese era mi camino, que la persona que yo buscaba, aquella que yo era para los demás pero que yo no tenía, la había encontrado. Ese maestro o guía que te ayuda a encontrar tu propio camino, finalmente estaba frente a mi.

Él me enseñó Tantra, una ideología/filosofía/religión/forma de vida o como le quieras llamar que me cambió la vida.

Pero olvidémonos de las etiquetas, la razón por la que cuento esta historia es porque a partir de ese momento comencé a aprender técnicas sumamente fuertes para la interiorización, mismas que me han resultado invaluables en mi proceso de curación.

Un comentario

  1. ME GUSTARIA CONOCER LA ESCUELA TANTRICA Y EL SWAMI DEL QUE HABLAS Y QUE CAMBIOS HIZO EN VOS albor

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