Provengo de una familia mexicana común: padres trabajadores y siempre al pendiente de sus hijos. Soy el segundo de dos hermanos.
Mis padres, siendo aún jóvenes, deseaban tener un segundo hijo, pero mi madre, siendo muy joven (28 años) tenía problemas de fibromas o tumores en la matriz, lo cual le complicaba mucho la posibilidad de embarazarse por segunda vez.
Intentaron por mucho tiempo tener un segundo hijo sin éxito hasta que finalmente el día que le programaron la operación para quitarle la matriz se dieron cuenta que había logrado embarazarse, pero debido a su problema, su embarazo fue de alto riesgo y sumamente angustiante. Tenía amenazas de aborto cada mes.
Finalmente nací de 8 meses. La probabilidad de que uno de los dos (mi madre o yo) muriera durante el parto era muy alta. Afortunadamente los dos salimos vivos del parto.
Cuando nací tuve muchos problemas de salud, entre ellos muchos problemas de la piel, bilirrubinas altas y anemias.
Durante mi infancia tuve muchos de los síntomas que son reconocidos de la enfermedad celíaca, pero siempre fueron diagnosticados erróneamente.
De los síntomas que hablo en la sección «síntomas de la enfermedad celíaca en la niñez», los siguientes fueron algunos de los que yo presenté durante mi infancia.
- Talla baja
- Anemias ferropénicas resistentes a tratamiento
- Alteraciones de carácter: aspecto triste, indiferencia, apatía, etc.
- Solía ser sumamente nervioso y temeroso
- Pobreza de masa muscular
- Palidez
- Lengua seca
- Aftas bucales
- Diarreas
- Heces voluminosas de color grisáceso y malolientes
- Vómitos
- Pérdida de apetito y peso
- Cansancio
- Dermatitis herpetiforme
Algunos de los diagnósticos erróneos que me dieron fueron:
- Gastritis tensional
- Colitis nerviosa
- Colon irritable
- Dermatitis o alergia en la piel por contacto, etc.
