Psoriasis VS Dermatitis Herpetiforme

Psoriasis y Dermatitis Herpetiforme son dos padecimientos distintos pero similares que ocurren en la piel. La DH está directamente relacionada con la Enfermedad Celíaca, mientras que el origen de la Psoriasis suele ser más ambiguo.

Uno de los problemas menos comunes de la Enfermedad Celiaca es la Dermatitis Herpetiforme. Y digo menos comunes porque en la mayoría de los celíacos, la enfermedad se manifiesta con problemas digestivos, y en un porcentaje más limitado se manifiesta con problemas en la piel, específicamente Dermatitis Herpetiforme. Aunque en números reales, hay mucha gente que padece esta manifestación de la condición celíaca.

Sin embargo hay otro padecimiento muy similar a la Dermatitis Herpetiforme que también se llega a manifestar en pacientes celíacos, y en muy raras ocasiones un paciente puede llegar a presentar las dos.

Aunque ambos padecimientos son similares, y en un principio pueden confundirse, definitivamente no son iguales y, repito, es muy raro que una persona pueda presentar las dos, aunque se llega a dar el caso.

Dermatitis Herpetiforme

Según Wikipedia

La dermatitis herpetiforme (DH), también conocida como enfermedad de Duhring-Brocq se trata de una afectación cutánea de naturaleza inflamatoria y autoinmune, que presenta unos típicos hallazgos histopatológicos e inmunopatológicos, que ayudan a confirmar su diagnóstico.

Clínicamente se caracteriza por la presencia de múltiples lesiones cutáneas intensamente pruriginosas, muy polimórficas, con un curso evolutivo crónico-recurrente, que pueden aparecer diseminadas o en grupos. Se presentan como lesiones eritematosas, placas de urticaria, pápulas, vesículas y ampollas, que derivan en erosiones, excoriaciones o hiperpigmentación de la piel.

Las lesiones cutáneas suelen aparecer principalmente en zonas de roce o de frecuentes pequeños traumatismos, tales como la superficie extensora de codos, rodillas, nalgas y cuero cabelludo, aunque otras zonas pueden también estar afectadas. Es característica la distribución simétrica de las lesiones.

La enfermedad tiende a evolucionar con períodos de agudización y remisión, variables en frecuencia e intensidad.

Está generalmente aceptado que se trata de la manifestación en la piel de la enfermedad celíaca. Diversas investigaciones sobre la DH han demostrado que no es sólo una enfermedad ampollosa de la piel, sino que se trata de un trastorno cutáneo-intestinal causado por una intolerancia al gluten de la dieta.1Todos los pacientes con DH presentan diversos problemas relacionados con la ingestión de alimentos que contienen gluten, si bien solo una minoría experimenta síntomas digestivos.

Su tratamiento consiste en la supresión permanente del gluten de la alimentación con el seguimiento de una dieta sin gluten estricta (DSG). Puede ser aconsejable el tratamiento temporal con dapsona · u otras sulfonas, para reducir la sintomatología hasta que la DSG inicia su efecto.

La dermatitis herpetiforme (DH) es una enfermedad de la piel causada por depósitos de IgA en las papilas dérmicas, que constituyen el hallazgo inmunopatológico distintivo de la DH, y desencadenan una cascada inmunológica. Es el resultado de una respuesta inmunológica a la estimulación persistente de la mucosa intestinal por el gluten de la dieta. El factor desencadenante es la gliadina (fracción proteica del gluten). La intolerancia al gluten provoca la formación de anticuerpos frente a la gliadina en el intestino, que se depositan en la piel.

El papel fundamental de la enteropatía sensible al gluten en la patogénesis de la dermatitis herpetiforme se confirma por el hecho de que la reanudación de una dieta que contiene gluten en pacientes con DH provoca una reaparición de las lesiones de la piel.

La dermatitis herpetiforme y la enfermedad celíaca presentan la misma patología intestinal, una base genética común (haplotipos HLA-DQ2 y HLA-DQ8) e idéntico desencadenante ambiental: el gluten.

Tanto la exposición a los rayos ultravioletas de la luz solar, como los microtraumas cutáneos repetidos, son capaces de aumentar la producción de citoquinas a nivel local, que conducen a la migración de los neutrófilos, favoreciendo los depósitos de IgA en la dermis y, por lo tanto, la aparición y mantenimiento de las lesiones cutáneas típicas de la DH.

Las lesiones primarias características de la dermatitis herpetiforme se identifican por la presencia de múltiples lesiones que pueden aparecer diseminadas o en grupos, en forma de eritema, placas de urticaria, pápulas, vesículas o ampollas. Los pacientes a menudo presentan erosiones, excoriaciones y costras, en ausencia de vesículas, que se han roto debido a la excoriación por el rascado, a causa de la picazón intensa, característicamente asociada con esta condición.

El picor crónico y las excoriaciones producidas por el rascado, pueden conducir a su liquenificación. Además, la presencia de una zona hiperpigmentada post-inflamatoria, puede producirse cuando la lesión se resuelve o desaparece.

La distribución más característica de las lesiones cutáneas es con predominio en las superficies extensoras de codos (90%), rodillas (30%), hombros, línea media de la espalda, nalgas y región sacra. Son las localizaciones preferentes por tratarse de lugares de roce y de continuos pequeños traumas, y son también una característica muy típica de esta enfermedad. De todos modos, el cuero cabelludo, la nuca, la cara así como ambas ingles, pueden también estar afectados.3

Los síntomas típicos incluyen ardor, escozor y picazón intensa en las zonas afectadas. Rara vez, los pacientes se encuentran totalmente asintomáticos, aunque el grado de picor varía. La comezón y la sensación de ardor, pueden predecir la aparición de nuevas lesiones. Muchos pacientes experimentan cosquilleo y comezón de intensidad variable, así como sensación de ardor, incluso antes de la aparición de lesiones en la piel.

La enfermedad tiene un curso crónico, con períodos de remisión y recaída de las lesiones cutáneas.

En el momento del diagnóstico de la dermatitis herpetiforme, la mayoría de los pacientes suelen estar asintomáticos a nivel digestivo, pese a la presencia de afectación intestinal. En estos casos, la presencia de la afectación cutánea es una importante clave diagnóstica, para facilitar la detección de la enteropatía intestinal.

Presentaciones atípicas

Las lesiones de la dermatitis herpetiforme (DH) también pueden aparecer a nivel de la mucosa oral y genital en los adultos.

Asimismo, pueden brotar lesiones cutáneas en forma de urticaria crónica.

Una manifestación de la piel poco común de la DH está representada por el desarrollo de lesiones purpúricas (petequiales). Aparecen generalmente a nivel de la superficie de las palmas de las manos y/o en la planta de los pies, predominando en niños y raramente en adultos. A veces, la presencia de lesiones petequiales en las puntas de las yemas de los dedos puede ser el principal hallazgo cutáneo de una dermatitis herpetiforme.

Entre las presentaciones atípicas de la DH, se incluye también la forma denominada “queratosis palmo-plantar”, asociada o no con habones de urticaria crónica y otras lesiones que imitan la denominada “prurigo pigmentosa”.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Dermatitis_herpetiforme

Ejemplos de Dermatitis Herpetiforme


Psoriasis

Según Wikipedia

La psoriasis (AFI: [soˈɾja.sis], del griego ψώρα, picor) es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel de origen autoinmune, que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas, con una amplia variabilidad clínica y evolutiva. No es contagiosa, aunque sí puede ser hereditaria, es más probable que la hereden los hombres que las mujeres.

Puede afectar a cualquier parte de la piel, frecuentemente a las zonas de codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen y espalda. No es raro que produzca afectación de las uñas. Esto se conoce como psoriasis ungueal. Las uñas pueden ser la única zona afectada al principio de la psoriasis. En ocasiones produce complicaciones como la artritis psoriásica.

La psoriasis es una enfermedad multifactorial compleja, de origen autoinmune, y su etiología exacta es en gran parte desconocida. Se ha demostrado una predisposición genética, la cual sin embargo no puede explicar completamente la patogénesis de la enfermedad. Además de la susceptibilidad genética, se suman factores ambientales, así como el género y la edad. Recientemente, ciertos desequilibrios en los mecanismos de regulación epigenéticos se indican como elementos causales en la psoriasis.

Participación genética

La herencia de esta enfermedad es posiblemente poligénica. Se ha demostrado una importante agregación familiar, con una concordancia aproximada en gemelos monocigóticos del 60 % y la asociación a determinados HLA.

En este sentido, se asocia la predisposición a psoriasis con los antígenos HLA-CW6, y HLA-DR7. Además, existe correlación entre el tipo clínico de psoriasis y otros antígenos HLA. Por ejemplo, el HLA-B17 se asocia a un inicio más precoz y un curso más grave, y el HLA-B27 está relacionado con la forma pustulosa generalizada.

Factores desencadenantes

Existe una gran variedad de factores desencadenantes, tanto del episodio inicial como de empeoramientos o de reaparición después de remisiones aparentemente completas:

  • Infecciones: Causadas por bacterias (Streptococcus pyogenes, Staphylococcus aureus), hongos (Malassezia, Candida albicans) o virus (papilomavirus, retrovirus, virus de la inmunodeficiencia humana ).
  • Fármacos: Tratamientos como las sales de litio, betabloqueantes, antimaláricos, anti-infl amatorios no esteroideos (AINE), inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina o la retirada de los tratamientos con corticosteroides.
  • Dieta y consumo de alcohol: Factores dietéticos tales como el gluten y el alcohol.
  • Traumatismos: Es muy frecuente que los pacientes psoriásicos presenten el fenómeno de Koebner, y las lesiones aparezcan en piel inicialmente sana que recibe un traumatismo, rasguño, cortaduras, rascado, quemaduras solares, etc. tras un «período de incubación» de entre 7 y 14 días.
  • Factores psicológicos: Aunque no se asocia a ningún trastorno de la personalidad, el estrés emocional puede desencadenar o agravar la psoriasis.
  • Factores climáticos: Los climas fríos se asocian a empeoramientos de la enfermedad y los calurosos a la mejora. En general, los pacientes mejoran con la exposición al sol; sólo entre el 5 y el 10 % presentan psoriasis fotosensibles.
  • Factores endocrinos: No está clara la relación, aunque se evidencian picos de máxima incidencia en la pubertad y la menopausia, mejora con el embarazo y empeora tras el parto.

Aunque está poco esclarecida, hay dos hechos básicos: la hiperplasia epidérmica por un aumento de la población germinativa, y el infiltrado inflamatorio de la dermis. La inflamación viene mediada por el Linfocito T CD4+ que libera (junto al queratinocito) citocinas proliferativas, que estimulan la proliferación de las células epidérmicas. La respuesta inflamatoria es de tipo celular, frente a un autoantígeno aún desconocido, o frente a un superantígeno estreptocócico en el caso de la psoriasis en gotas postinfecciosa.

Esta teoría viene avalada por los estudios anatomopatológicos de las muestras de biopsia, así como por la efectividad de los fármacos que inhiben la activación de los linfocitos T, su expansión clonal o la liberación de citocinas proinflamatorias.

Es característico de la psoriasis la hiperqueratosis paraqueratósica de la epidermis, con acumulaciones de leucocitos polimorfonucleares (denominados abscesos de Munro-Saboureaud), así como el adelgazamiento de la epidermis suprapapilar con acantosis interpapilar.

También hay papilomatosis dérmica, con capilares dilatados y tortuosos verticales en las papilas, además de infiltrados de linfocitos perivasculares.

Cuadro clínico

La psoriasis no es una enfermedad contagiosa. Afecta tanto a piel como a mucosas, y en ocasiones se asocia a artritis. Su amplia variabilidad de lesiones hace necesaria una clasificación con fines docentes, pronósticos y terapéuticos.

Lesiones psoriásicas

  • Lesiones cutáneas.
La lesión elemental es una pápula o placa eritematosa, de tamaño diverso y tono rojo oscuro, bordes delimitados y habitualmente cubierta de escamas. El raspado de las lesiones (raspado de Brocq) permite observar tres signos característicos:

  1. Signo de la «mancha de cera» o de la «bujía»: al rascar la lesión se desprenden multitud de escamas similares a las que se desprenderían de una vela.
  2. Fenómeno de la membrana epidérmica o membrana de Duncan-Dulckley: tras desprenderse las escamas, aparece una película transparente que recibe este nombre.
  3. Signo del rocío sangrante o signo de Auspitz: al desprender la membrana de Duncan-Dulckley, aparecen petequias a consecuencia del daño vascular de las papilas dérmicas, por el desprendimiento de la epidermis que las recubre. Este signo no aparece en la psoriasis invertida, ni en la pustulosa.
Además, podemos encontrar:

  1. Halo de Woronoff: halo hipocrómico en torno a la placa, ligado al inicio de la regresión de la lesión. Es menos frecuente.
  2. Fenómeno de Köebner, en aproximadamente el 20 % de los pacientes.
Las lesiones de las mucosas son muy infrecuentes, y en general se circunscriben a labios y pene. Por norma, no existe descamación.
  • Lesiones de las uñas.
El trastorno del proceso de queratinización tiene como consecuencia un ritmo de crecimiento acelerado que puede alterar el aspecto físico de las uñas. La psoriasis de la uña puede resultar dolorosa, debido a su localización.
Entre un 30 y un 50 % de los enfermos presenta alteraciones de las uñas (psoriasis ungueal). Es más frecuente que ocurra en las manos que en los pies y en pacientes con afección articular. Aunque no es lo habitual, puede ser el único problema del paciente con psoriasis. Por lo general, la afectación de las uñas por la psoriasis comienza después de la aparición de las lesiones cutáneas, con un retraso en su aparición de entre 9 y 11,5 años. Posiblemente, este lapso de tiempo es responsable de una menor prevalencia de la psoriasis ungueal en los niños.
Las manifestaciones clínicas de la psoriasis ungueal dependen de la parte de la uña afectada. Las principales alteraciones que pueden presentarse son las siguientes:

  1. Piqueteado de la lámina: aparecen unos hoyuelos o depresiones en la lámina ungueal (en inglés, pitting), por afección de la matriz ungueal. Estas depresiones pueden estar dispuestas transversalmente, en filas longitudinales o de forma desorganizada, y pueden ser poco o muy profundas, hasta el punto de dejar un agujero perforado en la superficie de la uña. Cuando la lesión psoriásica afecta a un área más amplia de la matriz ungueal, se forman ranuras transversales de la misma manera, como pozos. Es la manifestación más común de la psoriasis ungueal.
  2. Decoloración de la uña «en mancha de aceite»: aparecen unas manchas amarillentas desde el inicio de la uña que se van extendiendo, debido a una afectación del lecho ungueal (base de la uña). Esta lesión va asociada a artropatías psoriásicas. Se producen por alteración del hiponiquio.
  3. Onicolisis: se produce la separación de la uña de su lecho ungueal. Como consecuencia, la uña se torna blanquecina y en ocasiones, se pueden acumular exudados que confieren un tono amarillento. La colonización por bacterias u hongoso tornan la uña de color verduzco o marronáceo. La psoriasis es una de las principales causas de onicolisis, que es una de las alteraciones más frecuentes en la psoriasis ungueal.
  4. Hiperqueratosis subungueal: se debe a una proliferación importante de células paraqueratósicas, que confiere a la uña un aspecto de masa densa, pulverulenta y blanquecina, denominado por algunos autores como «en médula de saúco». Es también, junto a la onicolisis, una manifestación muy frecuente de la psoriasis ungueal y con frecuencia aparecen juntas en un mismo paciente. A menudo se confunde con una onicomicosis.
  5. Psoriasis del surco ungueal y paroniquia psoriásica: consiste en lesiones eritematodescamativas alrededor de la uña, con destrucción de la cutícula. Es frecuente en la artropatía psoriásica.
  • Artropatía psoriásica.
Esta alteración, que debe tratarse multidisciplinarmente por el dermatólogo y el reumatólogo, es un tipo de psoriasis más invalidante que la psoriasis estrictamente cutánea. Suele comenzar entre los 35 y los 45 años, en general en pacientes previamente diagnosticados de psoriasis. Por término medio, un 7 % de los pacientes con psoriasis sufren de las articulaciones. Entre los patrones de afectación articular en la psoriasis están:

  1. Forma oligoarticular asimétrica: afecta sobre todo a articulaciones interfalángicas proximales y distales (dedos).
  2. Forma similar a la artritis reumatoide seronegativa: con un pronóstico más benigno y remisiones más duraderas.
  3. Forma mutilante: muy grave e infrecuente.
  4. Forma interfalángica distal: casi patognomónica (exclusiva) de la psoriasis, pero muy infrecuente.
  5. Forma periférica, asociada o no a sacroileitis anquilosante.
  6. Sacroileitis o espondilitis anquilosante: asociada o no a artropatía periférica.

Patrones de presentación

En general, la psoriasis es un cuadro monomorfo (no presenta varios tipos de lesión a la vez), simétrico, que puede ser limitado o muy extenso. Existen muchas variantes según la morfología de las lesiones:

  • Psoriasis en placas o psoriasis vulgar.
Es la forma más frecuente. Se caracteriza por la formación simétrica de placas de 1 a 30 centímetros, localizadas en cualquier zona de la piel, especialmente rodillas, codos, región lumbosacra y cuero cabelludo. Las lesiones pueden durar hasta meses, e incluso años, y en sucesivos brotes se van extendiendo al tórax y las extremidades. Cuando las lesiones confluyen en grandes placas con bordes geográficos, el cuadro se denomina psoriasis gyrata; otras veces, aparece una zona central más clara, y el cuadro se llama psoriasis anular.
  • Psoriasis en gotas, psoriasis eruptiva o psoriasis guttatta.
Psoriasis en forma de gotas o pequeños puntos menores de 1 centímetro, a veces pruríticas, localizadas preferentemente en el tronco. Se da con más frecuencia en niños y en jóvenes, y suele aparecer bruscamente tras padecer una infección estreptocócica de las vías respiratorias superiores. Dura dos o tres meses y desaparece espontáneamente, salvo en algunos individuos que sufren brotes recurrentes. Suele reaparecer en la edad adulta como otro de los tipos de psoriasis.
  • Psoriasis eritrodérmica.
Lesiones generalizadas comprometiendo más del 90 % de la extensión corporal y llegando a afectar el estado de salud del paciente por presentar fiebre, leucocitosis, desequilibrio electrolítico, déficit proteico, etc. Puede aparecer a partir de una psoriasis vulgar (dejando alguna zona de piel sana), tras un brote de psoriasis pustulosa, o bruscamente tras un periodo de intolerancia al tratamiento.
  • Psoriasis pustulosa generalizada o psoriasis de Von Zumbusch.
Variante aguda e infrecuente, que generalmente aparece en pacientes con otros tipos de psoriasis tras la aparición de factores desencadenantes (medicamentos, hipocalcemia, estrés, infecciones…). Las placas eritematosas confluyen en pocas horas en pequeñas pústulas estériles (llenas de pus no infectado), que rápidamente se secan, desaparecen y reaparecen en nuevos brotes. Si aparecen lesiones subungueales, la uña puede llegar a desaparecer. El curso de la enfermedad es ondulante, hasta que varias semanas después el paciente vuelve a la forma de psoriasis que padecía o a una psoriasis eritrodérmica.
Por lo general, el cuadro se acompaña de fiebre, mal estado general, leucocitosis y aumento de la velocidad de sedimentación globular. Sin el tratamiento correcto, puede ser mortal, por hipoalbuminemia, hipocalcemia y las consiguientes deshidratación e infecciones.
  • Impétigo herpetiforme, también denominada psoriasis gestacional o del embarazo. Es una forma de psoriasis pustulosa generalizada poco frecuente, que aparece en la segunda mitad del embarazo. No está claro si se trata de un trastorno específico del embarazo o simplemente se ve agravado por él. La enfermedad generalmente se resuelve después del parto, aunque puede repetirse durante los embarazos posteriores. El grado de riesgo para el feto es un tema controvertido; sin embargo, se ha documentado una mayor morbilidad fetal, lo que sugiere la necesidad de una mayor supervisión prenatal.
  • Psoriasis pustulosa localizada.
  • Psoriasis palmoplantar o psoriasis tipo Barber.
Se caracteriza por varios brotes de pústulas estériles sobre una base eritematosa, simétricamente en palmas y plantas, sobre todo en las eminencias tenar e hipotenar de la mano, y en los talones. Las pústulas pueden confluir en grandes lagos de pus, que se secan en 8 a 10 días formando escamas y costras marrones. Este proceso se cronifica, produciendo callosidades amarillentas que pueden dar fisuras extremadamente dolorosas e invalidantes. Ocasionalmente, esta forma de psoriasis se asocia a dolor torácico medio por osificación del cartílago en la zona de contacto entre la clavícula y la primera costilla, y el esternón.
  • Psoriasis acral o acrodermatitis continua de Hallopeau.
Extraña variante definida por la aparición de una erupción pustulosa en torno a las uñas (sobre todo de las manos), que se extiende proximalmente. Se acompaña de destrucción y pérdida de las uñas, y en casos muy evolucionados puede llegar a producir osteolisis de la falange distal.
  • Psoriasis lineal.
Las lesiones adoptan una disposición en línea, ya sea a lo largo de una extremidad o de una metámera; puede aparecer espontáneamente o por fenómeno de Koebner.
  • Psoriasis invertida o psoriasis de pliegues.
Aquella que afecta a los grandes pliegues cutáneos, principalmente los axilares, genitocrurales (las ingles), interglúteos, submamarios y el ombligo. Las lesiones son placas eritematosas de color rojo intenso, uniformes, lisas, brillantes y de bordes definidos, si bien su rasgo más característico es la ausencia de escamas. Puede haber una fisura dolorosa en el fondo del pliegue y existir, por tanto, riesgo de infección. Lo más común es que estas lesiones coexistan con la psoriasis vulgar.
  • Psoriasis del cuero cabelludo.
El cuero cabelludo presenta lesiones de forma muy frecuente en los pacientes de psoriasis, normalmente junto a lesiones cutáneas. Puede manifestarse como placas descamativas similares a las de la piel, o bien como placas gruesas de escamas adheridas al pelo (cuadro a veces denominado como falsa tiña amiantácea).

Enfermedades asociadas

La artritis psoriásica es una de las comorbilidades más importantes.

Está demostrado que los pacientes con psoriasis son más propensos a padecer enfermedades autoinmunes asociadas, en particular las que afectan al tracto gastrointestinal, como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la enfermedad celíaca. Hipótesis adicionales que relacionan la psoriasis con la enfermedad celíaca incluyen una permeabilidad intestinal aumentada, común a ambas enfermedades. Una parte de pacientes presenta una elevada sensibilidad al gluten.

Varios estudios han sugerido una mayor prevalencia de cada uno de los componentes del síndrome metabólico en los pacientes con psoriasis (dislipidemia, intolerancia a la glucosa, obesidad e hipertensión), así como un aumento de la prevalencia de ateroesclerosis. Una evaluación prospectiva mostró que las mujeres con psoriasis se encuentran en mayor riesgo de desarrollar diabetes e hipertensión. Aproximadamente, la mitad de los pacientes presenta hígado graso no alcohólico. Otras comorbilidades importantes son la depresión y el cáncer.

Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Psoriasis

Ejemplos de Psoriasis

El tratamiento de la psoriasis depende de cada paciente y del tipo de la enfermedad que tenga. A pesar de que no existe cura para esta enfermedad, sí se puede mantener totalmente controlada y en algunos casos los síntomas (inflamación, enrojecimiento, descamación y picor) no tienen por qué volver a aparecer. Los diferentes tratamientos que se aplican son:

Sustancias de uso tópico

El tratamiento de inicio para la mayoría de los psoriásicos suelen ser cremas, lociones, limpiadores y pomadas aplicadas en las zonas.

Fototerapia

En general, el sol es beneficioso para este tipo de pacientes. Algunos pueden necesitar un refuerzo específico con luz ultravioleta artificial (rayos UVB) o una combinación de luz ultravioleta y medicaciones, denominada PUVA (psoraleno junto con la exposición a luz ultravioleta UVA), también conocida como fotoquimioterapia. Se toma el medicamento por vía oral o inyectado para potenciar los efectos de los UVA.

Fármacos sistémicos:

Normalmente de tipo oral, aunque también pueden necesitar inyectables.

Medicación de uso tópico (cremas y lociones):

  • Esteroides: Entre los más comunes para la psoriasis leve y moderada. Son medicamentos que imitan la acción de ciertas hormonas que produce de forma natural el organismo.
  • Alquitranes: Las preparaciones basadas en alquitranes se han empleado durante siglos para tratar la psoriasis. Una de sus principales desventajas es el olor desagradable que desprenden.
  • Calcipotriol: es una forma sintética de la vitamina D, que se emplea en el tratamiento de la psoriasis leve o moderada. No actúa de forma rápida, pero a largo plazo es eficaz para controlar la psoriasis. No se recomienda aplicar en la zona de la cara, donde puede causar irritación.
  • Retinoides: Derivados de la vitamina A. Suelen emplearse combinados con esteroides.
  • Antralina: Es eficaz en la psoriasis leve o moderada y no plantea efectos secundarios a largo plazo, pero puede ser irritante para la piel.
  • Ácido salicílico: El ácido salicílico se utiliza como tratamiento complementario. Se emplea para eliminar las escamas de las placas de psoriasis y dejar preparada la piel para la aplicación de medicamentos de uso tópico.

Medicación sistémica

  • Metotrexato: El metotrexato limpia de forma espectacular la psoriasis. Entre sus efectos secundarios se encuentran las náuseas, fatiga, pérdida del apetito y llagas en la boca.
  • Retinoides orales (iostretinoina): Son eficaces en algunos casos de psoriasis, pero trabajan mejor en combinación con otros medicamentos. Son seguros en el tratamiento a largo plazo.
  • Ciclosporina: Controla el sistema inmunológico. Se emplea sólo si el resto de opciones han fallado. Es eficaz y de rápido efecto, pero puede causar hipertensión y dañar la función renal. No puede mantenerse esta medicación durante más de un año.

Otros datos

Pronóstico

La psoriasis es una enfermedad crónica que se mantiene durante toda la vida. Si el paciente recibe el tratamiento el impacto sobre su calidad de vida no será muy alto.

Higiene

Es fundamental que los pacientes con psoriasis mantengan una higiene adecuada en la piel para evitar que se produzcan infecciones que pueden originar lesiones y un nuevo brote de la enfermedad.

Fuente: http://www.cuidateplus.com/enfermedades/dermatologicas/psoriasis.html


Aprender a distinguirlas

Ambas sintomatologías en la piel pueden llegar a confundirse debido a que pueden manifestarse de formas similares, como enrojecimientos, ampollas, rupturas en la piel, inflamación, etc. Mientras estudiaba ambas sintomatologías, en varios momentos he dudado entre si solamente padezco DH o si también Psoriasis, ya que algunas formas de psoriasis me son muy familiares. En este sentido la única forma que podría esclarecer esta duda es realizando análisis de laboratorio, sin embargo como en este momento estoy libre de síntomas de la piel, no serviría de nada realizar un estudio.

Platicando con distintos celíacos, una de las formas más fáciles de reconocer si es una u otra, es la intensidad de la comezón y el daño general que ocasiona una y otra.

Generalmente la Psoriasis puede ocasionar comezón leve, obviamente depende del grado de avance, pero considerando que no estás totalmente consumido por ella, la comezón que puede traer es bastante manejable. Sin embargo la DH, presenta una comezón extremadamente intensa. Alguna vez escuché a una persona describir la DH de la siguiente manera «Es como si trajeras veneno o ácido dentro de la piel y además te hayan embalsamado vivo lleno de hormigas rojas picándote«. Puede sonar una descripción un poco exagerada, aunque en realidad la comezón, ardor y dolor son extremadamente duros. Suficientes para inhabilitar tus actividades diarias.

Quienes padecemos DH, aprendemos a vivir con ella, sin embargo nuestro rendimiento diario suele bajar a menos del 40%, y algunas veces incluso menos. En mi caso, la mayor manifestación de DH ocurre en mis manos, lo cual me inhabilita para realizar cualquier actividad. Cuando llego a tener crisis de DH, incluso utilizar el teclado de la computadora puede ser extremadamente doloroso. Cuando viví en España que fue cuando tuve los episodios más difíciles de crisis, recuerdo que solo podía utilizar dos dedos para escribir en la computadora. El pulgar de una mano y el meñique de la otra, el resto de dedos era imposible utilizarlos. Evidentemente actividades tan simples como ducharse, hacer uso del baño, lavarse las manos, llegan a ser extremadamente dolorosas.

Debido a esto tengo el hábito de utilizar guantes para todo. Incluso en este momento que ya no tengo ningún problema de rupturas, heridas, ampollas, hinchazón, comezón, etc., en mi piel, el hábito lo tengo ya formado. Utilizo guantes para picar la fruta y verdura o manipular alimentos crudos, como carne, pollo, pescado, etc., otro par para lavar los trastes, otros para realizar la limpieza de la casa, otros para todo lo que tiene que ver con trabajo manual de casa como hacer reparaciones/instalaciones de cosas, otros para lavar el auto, etc. Afortunadamente en este momento no es obligatorio para mi hacer uso de guantes, sin embargo ya tengo la costumbre y si tú padeces de cualquiera de las dos condiciones y estas ocurren en tus manos, no hay nada mejor que puedas hacer que acostumbrarte a hacer uso de guantes.

Platicando con personas que padecen de DH, comentan (no es mi caso) que notan que cualquier producto de arreglo o higiene personal que contenga gluten, y a veces soya, les provoca reacciones en la piel. Esto personalmente no lo he experimentado, o no lo he notado, pero si tú padeces de este tipo de problema, es importante que lo tomes en cuenta, puede ser que a ti si te afecte tener contacto directo de tu piel con productos que contienen gluten.

Pero, regresando al tema de la Psoriasis y la DH, entonces, ¿cuál es la diferencia?

Diferencia entre Psoriasis y Dermatitis Herpetiforme

Por lo que se sabe hasta este momento, la mayor diferencia que hay de una y otra, es que la DH está directamente asociada a la enfermedad celíaca, mientras que la Psoriasis aunque aparenta tener relación o puede llegar a tenerla con el gluten y se llega a presentar también con la EC, suele ser una enfermedad auto inmune independiente y puede presentarse con muchas otras condiciones. En una ocasión, me comuniqué con una persona que padece Psoriasis y comenta que a ella lo que le desencadena las reacciones en la piel es tanto el trigo (gluten) como el maíz. Cualquier cosa que contenga maíz le provoca reacciones. Sin embargo hay gente que aunque padece de Psoriasis no tiene ningún problema con el maíz.

La única forma segura de poder discernir entre una y otra es a través de los exámenes de laboratorio. Desgraciadamente para poder realizar el examen, debes estar intoxicado con gluten para que entonces el resultado pueda dar positivo, de lo contrario dicho examen será inútil.


Relación entre Psoriasis y Dermatitis Herpetiforme

La relación entre la DH y la Psoriasis se ha estudiado en los últimos años. Algunos aseguran que son condiciones diferentes que no tienen nada que ver una con otra, aunque se parezcan mucho, y que en los raros casos en que una persona padezca ambas tiene más que ver con casualidad que con una verdadera relación entre ellas.

Sin embargo hay estudios que comienzan a observar que ambas si podrían estar relacionadas. Veamos por qué: Ambas comparten un polimorfismo genético en varios genes inmuno reguladores, y que un porcentaje mucho más alto de pacientes con psoriasis son celíacos, comparado con el porcentaje de celíacos en relación con la población en general (4.43% contra 1%-2%.)

Hubo un caso de un hombre de 50 años que había padecido de psoriasis en los codos y rodillas por más de 20 años, pero ahora notaba que había ampollas acuosas al rededor de las zonas con psoriasis, por lo que fue a revisión. Fuera de eso el paciente no reportaba ningún otro síntoma, y el resto de su piel no mostraba tener ningún signo de deterioro.

Se le realizaron biopsias y estas confirmaron la presencia de psoriasis, así como de anticuerpos de transglutaminasa. Sin embargo no se encontraron anticuerpos anti gliadina. El resto de resultados daba en todo «normal». Los resultados arrojaron la presencia de dermatitis herpetiforme concomitante y psoriasis en placas. Posteriormente se tomó una muestra de su intestino delgado y se confirmó la presencia de enfermedad celíaca. Ya con este diagnóstico se le sometió a una dieta libre de gluten, y pasados tres meses notaron como la DH había desaparecido por completo y la psoriasis había bajado de nivel 3 a 1.

La presencia de ambas sintomatologías es muy rara por lo que es muy difícil estudiarlas juntas, y generalmente no pasa de ser algo anecdótico. Sin embargo varios autores creen que hay una asociación entre la psoriasis y la EC. Por ejemplo, se ha observado que más del 16% de los pacientes con psoriasis tienen anticuerpos anti gliadina, anti transglutaminasa y antiendomisio. Otros estudios demostraron mejoría en las heridas psoriasicas cuando el gluten se elimina de la dieta. Ellos mismos notaron reaparición de síntomas tan pronto como reintegraban el gluten a su dieta.

Debido a esto, varios autores recomiendan que cuando una persona presente psoriasis, se analice la presencia de EC, solo así podrán determinar con mayor facilidad el curso de acción.

También es importante notar que los pacientes que presentaban psoriasis pero no tenían ningún anticuerpo relacionado con la enfermedad celíaca, al eliminar el gluten de su dieta, no notaron ninguna mejoría en su condición.

Fuente: http://www.actasdermo.org/en/concomitant-dermatitis-herpetiformis-plaque-psoriasis/articulo/S1578219011000096/

En el libro «Eat Dirt» de Dr. Josh Axe, él indica que tanto la DH como la Psoriasis están estrechamente relacionadas con el intestino permeable, lo cual nos regresa al origen de la EC que ya conocemos.

Si tú tienes un padecimiento de la piel relacionado con el gluten, es importante que observes bien los síntomas, por que es fácil confundir una con la otra. Y no solamente para la persona que los padece, sino incluso un dermatólogo puede llegar a cometer errores al momento de diagnosticar.


¿Por qué es importante saber todo esto?

Si lo que indica el Dr. Axe sobre la relación de base de las dos es el síndrome de intestino permeable, (independientemente de que seamos celíacos o no), entonces gran parte del trabajo o tratamiento debe de enfocarse en ayudar a restaurar al intestino.


Fuentes

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http://www.actasdermo.org/en/concomitant-dermatitis-herpetiformis-plaque-psoriasis/articulo/S1578219011000096/

https://www.celiac.com/gluten-free/topic/62481-is-is-psoriasis-or-is-it-dh/

https://www.celiac.com/gluten-free/topic/84365-difference-between-dh-and-psoriasis/


Si esta información te es de utilidad, déjame tus comentarios, será un placer platicar contigo.

3 comentarios

  1. Acabo de descubrir este artículo y no te imaginas de cuanta ayuda me ha servido, no tengo muy claro cual de las 2 afectaciones tengo, ( aún ni lo consulté con el médico ) pués tengo síntomas de ambas, y lo peor que las sufro desde hace años y no le he dado importancia, porque son molestas pero ante brotes con cortisona se me pasan y sigo tirando, llamarme loca, pero esto ha sido como tirar del hilo de cosas raras que me pasaban y ahora estoy a punto de ponerles nombres y porques gracias

  2. No has hecho la analitica de celiaquia ?
    Crees que el gluten te afecta ?
    Has hecho alguna vez una dieta sin gluten ,para descartar intolerancia,alergia al gluten?

    • Que tal Soldado, en este blog hay toda una sección de «mi historia» donde cuento como fue que me enteré que soy celíaco, hace más de 10 años cuando el tema aún se desconocía. Te invito a que la leas.

      Saludos

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