83 días de ayuno, dieta de jugos y limpieza hepática

En mi día 83 decidí realizar otra limpieza hepática. Desde una semana antes comencé a sentir ligeros piquetes en el hígado, mismos que si ya has realizado este proceso más de una vez, debes de reconocer como señal de que ya es momento de volver a realizarlo.

En esta ocasión no me preparé para recolectar las piedras porque debido a que mi última limpieza la realicé poco antes de comenzar con el ayuno a base de jugos, y realmente arrojé muy poco. Consideré que en esta ocasión no arrojaría más que algunas pocas piedras pequeñas. Después de todo, más de 80 días bebiendo jugos naturales que me han provocado infinidad de síntomas de desintoxicación, creí que serían más que suficiente para haber terminado de limpiar mi organismo… ¡Qué gran error!

Para empezar, durante el periodo de preparación , que en realidad no fue más que beber más jugo de manzana y debido a que ahora tengo un extractor de jugos mucho más práctico, en lugar de comprar jugos comerciales extraje el jugo de las manzanas directamente; tuve las típicas diarreas que a la mayoría de la gente les ocasiona el beber un litro de jugo de manzana para la primera limpieza hepática.

Esto de entrada me sorprendió mucho, porque, como ya mencioné, después de estar cerca de cumplir 80 días bebiendo jugos naturales, no creí tener este tipo de reacción. Afortunadamente esto solo me ocurrió los dos primeros días de preparación, posteriormente ya no tuve ningún efecto del jugo de manzana.

Llegando el día de la limpieza hepática, mis amígdalas comenzaron a arrojar un poco más de «Tonsilolitos», algo que visualmente es muy desagradable, pero físicamente no pasa de ser una mera incomodidad fácil de tratar y eliminar.

Para mi sorpresa el sabor de las Sales de Epsom no me fue muy desagradable, aunque lo sentí fuerte, no sufrí beberlas como en otras ocasiones, lo cual ya es mucha ganancia. El resto del día de preparación para la purga sucedió normalmente. La mezcla de aceite de oliva y jugo de toronja fue fácil beberla y al dormir no tuve ningún tipo de incomodidad o sabores desagradables, como me ha llegado a ocurrir en otras ocasiones.

A la mañana siguiente como parte normal del procedimiento comencé a arrojar las piedras, y para mi sorpresa, arrojé en total más piedras que las que arrojé en mis primeras 3 limpiezas hepáticas juntas. Desafortunadamente no me preparé para recolectarlas, de lo contrario subiría las fotos. Pero calculo que aproximadamente habré arrojado unas 300 piedras pequeñas (del tamaño de una lenteja), unas 100 – 150 medianas (del tamaño de un frijol) y entre 20 y 30 grandes (del tamaño de una haba o un poco más grandes).

Ese día bajé 2kg más, haciendo un record de 16kg en total bajados. Al momento que escribo este artículo ya los recuperé, dejándome en 14kg menos desde que comencé con los jugos. Ese día me sentí en general muy bien y ligero, aunque para medio día tenía mucho sueño, pero por ser día del niño llevé a mi hijo a que disfrutara su día, lo que no me permitió relajarme totalmente. Ya en la noche bebí un licuado de leche de arroz con mamey (una de las grandes ventajas del nuevo lugar donde vivo es que se consiguen frescos y en abundancia) y me fui a dormir.

Al siguiente día noté nuevamente mayor ligereza, claridad mental, relajación y energía.

Me sorprendió de sobre manera la cantidad tan grande de piedras que arrojé, personalmente no creí si quiera que arrojaría más que simple lodo, como me ha ocurrido en otras ocasiones, pero definitivamente noto aún mayor mejoría en mi condición general.

Toda esta semana, llegando al final de los 90 días, aparte de los jugos estoy bebiendo té de perejil para limpieza de riñones, y con esto terminar el ciclo.

Ahora lo que no sé es cómo tomará mi cuerpo reintegrar alimentos sólidos, especialmente aquellos de origen animal como carne, huevo, pollo, pescado o lácteos. Aunque también debo decir que ya echo de menos consumirlos.

En fin, todo este largo proceso ha estado lleno de sorpresas, y puedo decir que aunque me ha tomado más que los 60 días que creí en un inicio, definitivamente mi estado general de que comencé a este momento es totalmente diferente, no solamente a nivel físico sino en todos los aspectos.

Al cumplir los 90 días, haré un recuento detallado de todo lo que he experimentado y mis recomendaciones para quien quiera realizar este proceso, aunque no sea por 90 días.


Si te gustó o te interesa saber más detalles, déjame un comentario, será un placer dialogar contigo.

2 comentarios

  1. Hola, leí tu post de los 90 días, pero no me explico por qué después de todo este increíble proceso estas pensando en volver a comer carne animal y lácteos?. Me ha encantado tu proceso, pero no le veo sentido volver a comer todo eso, porque después de un tiempo necesitarás más detox y continuamente… Ya es bien sabido que la carne animal trae consecuencias graves para el organismo, entonces no sería mejor consumir alimentos vivos y no muertos? En fin, se respeta tu decisión, buen post!.

    • Que tal María, disculpa la tardanza de mi respuesta. Si definitivamente los resultados después de los 90 días han marcado un antes y un después en mi salud. Este año he repetido el proceso aunque no de forma tan rigurosa, es decir bebiendo los jugos y algunos días comiendo sólidos, aunque en general de forma vegetariana. La razón por la que vuelvo a integrar todos los alimentos y no solo me quedo con una dieta 100% vegana, es porque me gusta disfrutar de todo, no caer en la rigidez. Si en algún momento tengo antojo de carne, pescado, marisco, etc. Lo como sin problemas. Además, si de por si ya tengo muchas restricciones con el problema del gluten, restringir todo lo demás lo vuelve mucho más complejo, sobre todo cuando hay convivencias sociales. Obviamente siempre estoy consciente de lo que como, y siempre procuro comer lo más sanamente posible, cuando como en casa (el 98% de las veces) mi dieta es vegetariana.

      Espero haber respondido a tu pregunta. Saludos y que tengas un excelente día

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